La Iglesia, siguiendo una
antigua costumbre, prepara la fiesta de San José -19 de marzo- dedicando al
Santo Patriarca los siete domingos anteriores a esa fiesta, en recuerdo de los
principales gozos y dolores de la vida de San José. En concreto, fue el
Papa Gregorio XVI quien fomentó la devoción de los siete domingos de San José,
concediéndole muchas indulgencias.
En nuestra parroquia la devoción a San José ha estado siempre presente; su imagen es de las que preside el retablo del altar mayor, y, hace años, su fiesta era solemnizada incluso con procesión por los alumnos de aquella famosa escuela de artes y oficios, que tanto prestigio y fama dio a Don Benito.
Por eso le honramos cada
año con la devoción de los siete domingo -que comenzamos el pasado domingo dos
de febrero- en los que pedimos especialmente por la Iglesia, en estos
tiempos de crisis y confusión por los que atravesamos, por las
vocaciones al sacerdocio, especialmente en nuestra diócesis placentina, en este
periodo de gravísima sequía vocacional, que amenaza con dejar sin pastores
a nuestras parroquias, y para que nos conceda la gracia de una buena muerte,
que es sin duda el negocio de mayor importancia de nuestra vida.
Para uso y
devoción de los fieles, la parroquia ha editado en forma de
tríptico el siguiente guion, tal y como lo rezamos aquí, una vez reservado
el Santísimo tras la hora santa de los domingos.
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