miércoles, 21 de septiembre de 2022

¿QUIENES PUEDEN SER PADRINOS DE BAUTIZO?





Es una pregunta que me hacen con cierta frecuencia, y a la que voy a intentar dar una respuesta lo mas clara y fundamentada posible. 

No sé si todos los que leen estas lineas saben que la Iglesia tiene un "Código de Derecho Canónico", que recoge el ordenamiento jurídico para la buena organización de la Iglesia, que es también una sociedad visible y por eso necesita leyes.

El Código de Derecho Canónico (en sus siglas en latín CIC) actualmente vigente en la Iglesia Católica de rito latino fue promulgado en 1983 por el Papa San Juan Pablo II.



Es pues el CIC, que no puede faltar en ningún despacho parroquial como uno de los libros de referencia que deben dar uniformidad de criterio en todas las parroquias, quien nos dice quienes pueden ser padrinos de bautismo; veamos los tres cánones referentes a este tema:

Canon 872:

En la medida de los posible, a quien va a recibir el bautismo se le ha de dar un padrino cuya función es asistir en su iniciación cristiana al adulto que se bautiza, y juntamente con los padres, presentar al niño que va a recibir el bautismo y procurar después llevar una vida cristiana congruente con el bautismo y cumpla fielmente las obligaciones inherente al mismo.

Canon 873: 

Téngase un solo padrino o una sola madrina, o uno y una.

Canon 874:

 1.- Para que alguien sea admitido como padrino es necesario que:

1º Haya sido elegido por quien va a bautizarse, o por sus padres o por quienes ocupan su lugar o, faltando estos, por el párroco o ministro; y que tenga capacidad para esta misión o intención de desempeñarla;

Haya cumplido dieciséis años, a no ser que el obispo diocesano establezca otra edad, o que por causa justa, el párroco o el ministro consideren admisible una excepción;

3º sea católico, este confirmado, haya recibido el Santísimo Sacramento de la Eucaristía, y lleve al mismo tiempo una vida congruente con la fe y la misión que va a asumir; 

4º no esté afectado por una pena canónica, legitimamente impuesta o declarada;

5º no sea el padre o la madre de quien se ha de bautizar.

2.- El bautizado que pertenece a una comunidad eclesial no católica solo puede ser admitido junto con un padrino católico, y exclusivamente en calidad de testigo del bautismo.

Hasta aquí el CIC

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De todo esto que dice el CIC se siguen varias normas para la practica pastoral habitual:

Primero; que no es estrictamente necesario en el caso de los niños (otra cosa es el bautismo de adultos)  llevar padrinos, pues el código determina que "se dé padrino en la medida de lo posible"; puede por lo tanto haber algún imposible y eso no es causa que impida el bautismo.

Segundo; no es imprescindible  que sean dos los padrinos, basta con uno o una; eso si, si son dos tienen que ser de diferente sexo: "uno y una".

Tercero;  y este es el verdadero quiz de la cuestión, y la fuente de los problemas que surgen en este tema:  Que la misión de los padrinos es ayudar a su ahijado en el crecimiento en la vida cristiana; de ahí se extrae, a poco inteligente que se sea, que difícilmente podrá ayudar a crecer en la vida cristiana, quien no la vive él mismo.

La Iglesia, al "legislar" busca siempre el bien de la persona y, por eso, como la misión del padrino es ayudar a su ahijado a "crecer" en la fe, busca unas básicas condiciones que garanticen este crecimiento: Una edad de cierto discernimiento (16 años mínimo); que haya recibido él mismo el sacramento del "crecimiento y fortaleza en la fe", que es la confirmación; y que lleve una vida "congruente con la fe".

Me parece que no es mucho exigir lo que pide el CIC para ser padrino de bautizo, por mas que haya personas tan duras de mollera que no lo entiendan,  y se empeñen en hacer comulgar al pobre cura de turno con ruedas de molino, poniéndole en el disparadero de saltarse la ley de la Iglesia, que él debe ser el primero en cumplir y hacer que se cumpla, pues al hacerlo no está haciendo otra cosa que ejercer su misión de pastor, buscando el bien de la almas.

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Ojala y haya quedado claro quienes pueden ser padrinos en un bautizo católico, celebrado en la fe de la Iglesia, para "hacer" de un niño un hijo de Dios, y ayudarle a "crecer" como tal.

Otra cosa, pero en esa ya no entramos, es cuando el bautizo, por falta de fe o formación se entiende como una simple fiesta o que se yo qué cosa; entonces sobran todas las explicaciones... ¡y que Dios nos coja confesados¡ porque ahí no hay explicaciones que valgan.

Juan Manuel Miguel Sánchez
Párroco.







lunes, 12 de septiembre de 2022

UNA REFLEXIÓN SOBRE EL TEMA DE LAS PRIMERAS COMUNIONES

Estamos comenzando el curso escolar. En las parroquias se reinician las actividades suspendidas durante el verano, entre ellas la catequesis; ya algunos padres se van acercando a la parroquia preguntando por el tema de las comuniones. Por eso nos parece bien "republicar" una reflexión de nuestro párroco en 2014, que sigue teniendo actualidad; quizás, desgraciadamente,  mas cuanto mas van pasando los años y cada vez las comuniones van menguando en espíritu religioso y creciendo en convencionalismo social.


Estimados padres que os habéis acercado al despacho parroquial para “apuntar” a vuestro hijo/a a  la catequesis “para hacer la primera comunión”. Bienvenidos, y deseamos atenderos lo mejor posible

Pero antes de rellenar la hoja de inscripción quisiéramos que pensarais un poco lo que vais a hacer.

.- Hombre, pero si nosotros creíamos que los curas estaban deseando que los niños hicieran la Primera Comunión, y ¿ahora resulta que nos lo tenemos que pensar?

.- Sí, tenéis razón, los curas estamos deseando que los niños hagan su primera comunión, y la segunda, y la tercera… y ayudarles a que se acerquen a Dios, y crezcan en la fe, y en las virtudes cristianas. Pero lo que no nos gusta a los curas es hacer primeras y últimas comuniones, ni ser parte del  “montaje” en el que la sociedad ha convertido algo tan sagrado como es la primera comunión, vaciándole de su contenido religioso.

¿Primeras y últimas comuniones? No entendemos lo que quiere decir.

.- Pues mirad, fácil: Estás dos cursos con los niños, les celebras cada domingo una misa, dedicas tiempo a preparar la catequesis, se llega a establecer entre sacerdotes, catequistas y niños un ambiente extraordinario de familiaridad y confianza… pero al domingo siguiente de hacer la primera comunión ya no vuelven a aparecer por la parroquia; o sea, que hicieron su  “primera comunión” que fue también la “ultima”. ¿Tengo o no tengo razón? Y creed que esto va minando la ilusión de sacerdotes y catequistas.


¿Entonces le parece a usted bien que el niño se quede sin hacer la primera comunión? ¡Vamos hombre, un cura diciendo eso!

.- A ver, vamos por partes.

Si sois cristianos, si valoráis la fe, si procuráis educar a los hijos como cristianos, si queréis que ellos, como vosotros,, puedan acercarse cada domingo a participar del sacramento de la Eucaristía ¡razón principal para la que se hace la Primera Comunión! entonces ¡adelante! hacéis muy bien en “apuntar” al niño a la catequesis. 

Pero si todo eso de la religión, la fe, la iglesia no os dice nada… sino no pisas una iglesia en la vida, ni te sientes miembro de ninguna comunidad parroquial, si tus hijos jamás te han visto rezar, participar en la misa, comulgar… Si vives tan a gusto sin religión y no tienes intención ninguna de cambiar, entonces, decidme… ¿para que queréis que haga la primera comunión vuestro hijo?

¡Nos está usted dejando de piedra!  ¿Cómo van a pedir la comunión para los hijos unos padres que no viven ni practican la fe? ¿No es esto una contradicción?

.- ¡Claro que lo es! Pero la verdad es que hay padres que quieren que su hijo comulgue por razones para nada religiosas; por ejemplo:  Porque casi todos los niños de la clase la hacen y sino va a parecer un “bicho raro”, porque es una tradición, porque ellos también la hicieron, porque es una ocasión para hacer una fiesta con lo tíos y primos…¡que sé yo! Hay muchas razones para hacer la comunión sin motivos religiosos.

¿Y  en que se nota eso?

Se nota enseguida. Son padres que no suelen saber, por ejemplo,  como se llama el cura de su parroquia ni la catequista del niño; que dejan el domingo al hijo en la puerta de la iglesia pero no entran con él a misa, que están deseando que todo se acabe pues es una carga traer al niño a catequesis cada semana y a misa el domingo. Y suelen ser los que mas lata dan buscando saltarse las normas para hacer lo que ellos quieren. Y se justifican diciendo ¿total para que sirve todo esto? Y es verdad, estoy con ellos; así entendida la comunión no sirve para nada. Lo que no entiendo es para que se empeñan en dar a sus hijos lo que para ellos no quieren.

¿No le parece a usted una reflexión un poco dura?

.– Sí, pero creo que verdadera, necesaria y oportuna ¿o no?,pues una de las misiones de los sacerdotes es orientar a los fieles para que obren con verdad y libertad. 

Ojala esta reflexión  os ayude a obrar de acuerdo con lo que pensáis. Esto se llama coherencia, y es una de las cosas mas bonitas y respetables que hay en la vida de  las personas. Yo ante una persona coherente me descubro.

¿Qué espera entonces usted de los padres que pedimos que nuestros hijos reciban la primera comunión?

.- Pues lo dicho,

ante todo COHERENCIA,

 y un deseo grande de crecer como cristianos

 y vivir la fe en familia.

Todo lo demás viene por añadidura.


Juan Manuel Miguel Sánchez

Párroco

 

jueves, 30 de junio de 2022

SE VA A PINTAR INTERIORMENTE LA IGLESIA PARROQUIAL


                                    

COMUNICADO A LA FELIGRESIA

Durante la primera quincena del mes de julio, se va a proceder a la pintura completa del interior del templo parroquial, pues hace más de veinticinco años que no se lleva a cabo esta tarea tan necesaria, por estética y por higiene, más después de haber pasado una pandemia. Se aprovechará también para algunas mejoras necesarias en la iluminación e instalación eléctrica.

 

Por lo tanto, del lunes 4 de julio hasta que concluya la obra –que según nos dicen puede prolongarse dos semanas- nos vemos en la necesidad de suspender el culto diario. Comprendemos el extravió que esto pueda causar a muchas personas, pero no tenemos otro modo posible de proceder; y el que haya otros varios lugares de culto en Don Benito, garantiza que nadie se quede sin la debida atención religiosa.

 

Si coincidiera en estos días algún entierro de nuestra feligresía, se ofrece la posibilidad de celebrarlo en la iglesia de la Sagrada Familia, en la Avnda. de Córdoba. De no venir bien por los motivos que sea, la familia tiene libertad para elegir otra iglesia donde haya disponibilidad.

 

Los dos fines de semanas, que según previsión pueden estar inutilizada la iglesia parroquial, tendremos las misas dominicales en la Sagrada Familia, con el siguiente horario:

 

MISAS EN LA SAGRADA FAMILIA

 

SABADOS 9 y 16 DE JULIO: 20.30 H.

DOMINGOS 10 y 17 DE JULIO: 12.00 H. y 20.30 H.

 

Esperemos que en el tiempo previsto todo esté acabado, a gusto de todos, y nuestra iglesia parroquial pueda seguir acogiendo a todos con decoro y limpieza.

 

                                                                                               Juan Manuel Miguel Sánchez

Párroco

 

 

 

Don Benito 30, junio 2022

martes, 14 de junio de 2022

OCTAVA DEL CORPUS

Con motivo del Año de la Fe, que convocó el recordado Papa Benedicto XVI en 2012-13 quisimos, como parte de las celebraciones, manifestar la fe en la Eucaristía, celebrando  una "semana eucarística" y una procesión en la "octava del corpus". La experiencia resulto tan bonita que, lo que se concibió como algo "extraordinario" para aquel año, a petición de mucha gente quedó instituido, hasta hoy, como una celebración parroquial, que tiene por objeto prolongar de alguna manera los fervores del Corpus durante una semana, que culmina con una breve pero intensa procesión en los alrededores del templo, como un homenaje familiar, intimo, parroquial, al Soberano Señor Sacramentado.

Si hablamos de "octava" bien sabemos que en el actual calendario litúrgico, solo han quedado las octavas de Navidad y Pascua, pero utilizamos la palabra en un sentido devocional, como celebración religiosa que se prolonga a lo largo de ocho días, lo mismo que una novena a lo largo de nueve, o un septenario de siete. Aclaramos este punto, pues no falta nunca algún "listillo litúrgico", que pone la pica en Flandes, corrigiendo que ya no existe la "octava del corpus". Ciertamente litúrgicamente hablando, no, pero en el sentido en que nosotros lo hacemos, sí.

Durante los dos años de pandemia no hemos dejado de celebrar esta octava, aunque con la procesión reducida a una "minerva". Este año retomamos la procesión. Ojala que entre los fieles haya el mismo deseo de celebrarla que entre los que nos encargamos de prepararla y animarla, y resulte, como en anteriores ediciones, un acto sumamente piadoso, devoto, centrado en el misterio eucarístico, fuente y cumbre de donde procede toda la actividad de la Iglesia y a donde tiende todo apostolado, porque la Eucaristía es Jesucristo, razón de nuestra fe y esperanza.

Esperamos contar con algunos niños de los que han hecho este año la primera comunión, con sus catequistas, el coro, cofradías, asociaciones y fieles en general; hay que preparar muchas cosas y necesitamos la colaboración de todos los que puedan.

Aquí os dejamos el programa de estos días. 

¡Viva Jesús Sacramentado!



miércoles, 8 de junio de 2022

¡DESPIERTA ORGANO!


A propósito de la bendición del nuevo órgano de la parroquia de Santa María de Don Benito

El próximo miércoles, 22 de junio, dentro de las celebraciones que tendremos con motivo de la “Semana Eucarística y Octava del Corpus”, será bendecido el nuevo Órgano Litúrgico de la Parroquia de Santa María de Don Benito, recientemente adquirido e instalado.

El antiquísimo Rito de la Bendición de un Órgano, explica a la perfección el lugar que este ocupa, o debe ocupar en la vida litúrgica de una comunidad parroquial. Vamos a verlo, porque es muy bonito, y nos ayudará a entender la importancia del órgano, y en general de la música en las celebraciones litúrgicas.

La ceremonia de este este rito, que es en sí breve, se divide en tres partes:

Primera parte o inicial

Como toda celebración litúrgica comienza haciendo la señal de la cruz, e invocando el nombre de la Santísima Trinidad.

Tras el saludo -que hace mención a la alabanza que constantemente los ángeles rinden a Dios-  se lee una breve Monición que introduce a los fieles en este rito especifico, haciendo referencia al esplendor que solo el órgano es capaz de aportar a las celebraciones litúrgicas. Igualmente nos recuerda que la Liturgia, debe mostrar ARTE, BELLEZA, ARMONIA, a imagen de Dios, a quien celebramos y es el centro de la celebración litúrgica. 

Esta monición también nos indica como la Música Sacra tiene dos fines principales: la alabanza a Dios y “elevar las almas de los fieles hacia Dios y a la contemplación de las realidades celestiales” (Sacrosantum Concilium 120)


Segunda parte:  Invocaciones ("Dialogo" con el órgano)

Las rubricas del Ritual, nos indica que el sacerdote que lo va a bendecir ha de situarse cerca del órgano, pues sacerdote y órgano van a comenzar una “conversación” con la única misión de alabar a Dios.

El sacerdote comienza un precioso y emocionante "dialogo" con el órgano, dirigiéndose a él varias veces con una especie de “mandato”, diciéndole: 

“¡Despierta Órgano, instrumento Sagrado!”

A cada una de las invocaciones del sacerdote, dirigidas a cada una de las tres Personas de la Santísima Trinidad, a la Virgen, ángeles y santos, el órgano irá respondiendo con una melodía adecuada, sonando así por vez primera en honor de Dios Padre Todopoderoso, de su Hijo nuestro Señor Jesucristo, del Espíritu Santo, que une a los fieles en una misma alabanza, y de la Virgen María, los ángeles y los santos.


Tercera Parte: Oración de Bendición

Como conclusión del todo el rito, el sacerdote realizará la oración de bendición, en la que se pedirá que sepamos unirnos al canto de alabanza de la creación, para finalizar derramando sobre el instrumento el agua bendita, y perfumarlo con el incienso, símbolo siempre de la oración que sube al cielo.

Una vez acabado el rito, el órgano sonará largamente, para que los fieles puedan escucharlo en alabanza a Dios. 

En nuestro caso podremos asistir a un magnifico concierto inaugural a cargo de Luis Maldonado Paredes, organista titular de las parroquias de Trujillo, que conservan magníficos órganos históricos, que el concertista conoce, cuida y maneja con gran pericia, por lo que podemos esperar, que sacará a este nuevo órgano, sus mejores sonidos.

OS ESPERAMOS A TODOS LOS AMANTES DE LA MÚSICA

domingo, 15 de mayo de 2022

ORDENACIÓN SACERDOTAL EN DON BENITO

 

Ha llegado en estos días desde el obispado la comunicación de una buena noticia que nos llena de alegría: El sábado 18 de junio -víspera del Corpus- a las once de la mañana, en la parroquia de Santiago de Don Benito, será ordenado sacerdote el diácono Francisco José Parejo Andrada. El obispo que le confiera el sacramento del orden será el administrador apostólico Don Ciriaco Benavente Mateos, pues nuestra diócesis es otra vez “sede vacante”.

Francisco José, es natural de Don Benito; fue ordenado diacono el pasado mes de octubre, tras completar sus estudios sacerdotales en el seminario diocesano de Plasencia, unido al teologado de Ávila, que a su vez está en Salamanca, adscrito  académicamente a la universidad pontificia (galimatías no fácil de entender al profano en estas lides, pero así es). 

En este periodo de diaconado ha estado vinculado a la unidad pastoral de Orellana-Madrigalejo, trabajando como parte integrante del equipo sacerdotal en la atención pastoral de diversas comunidades parroquiales: Acedera, Madrigalejo, Orellana la Sierra, Orellana la Vieja y Vegas Altas.

Como es costumbre al uso, “cantará” la primera misa en su parroquia, que es la de San Juan de Don Benito –encomendada a los PP. Claretianos-  en la tarde del día siguiente a la ordenación, el 19 de junio, solemnidad del Corpus Christi.

Damos gracias a Dios, entre otras muchas cosas, porque en una torre de Don Benito, después de muchos años, volverá a ondear de nuevo una bandera blanca.

En el momento presente nuestro seminario diocesano no cuenta con ningún seminarista, caso único en toda su dilatada historia. Esto significa que en muchos años (por los menos siete, contado con la posibilidad que el próximo curso ingresara algún alumno) no habrá ordenaciones sacerdotales, ni se renovará mínimamente el presbiterio diocesano, ya de por sí muy mermado y con una edad media alta.

Esto debe ser motivo de preocupación para todos los diocesanos, y no digamos para el obispo que venga, pues una diócesis con cero seminaristas es -permítaseme el ejemplo- como una familia sin hijos… desaparecerá cuando muera el último de los cónyuges. Siempre quedará la solución del llamado “clero misionero” que es la que se viene empleando hace algunos años, es decir, sacerdotes venidos de otros lugares del mundo que prestan servicio por un determinado tiempo a una Iglesia local incapaz de proveerse a sí misma de presbíteros. Pero esta solución, del todo legítima porque la Iglesia es Católica (=universal), no puede ser el ideal de una diócesis, que para ser plenamente tal necesita entre otras cosas de un presbiterio suficiente, cohesionado, estable e inculturizado en la realidad propia de cada Iglesia particular. A muchos misioneros “ad gentes” he oído decir que una Iglesia en territorios de misión  solo puede considerarse verdaderamente implantada, cuando se surte de sus propios obispos y sacerdotes.

Por eso es muy necesario orar por las vocaciones y crear una cultura vocacional, y que el obispo que nos llegue ponga toda la fuerza de su ministerio en este tema, porque, sin él, todos los demás están de sobra. Y también sería muy conveniente hacer, a nivel de instituciones diocesanas, un profundo y serio “examen de conciencia” de las causas por las que hemos llegado a esta situación, pues, aunque es verdad que las vocaciones han descendido notablemente en todo lo que llamamos el primer mundo, sin embargo no todas las diócesis –y me refiero ahora solo a España- están en el mismo estado que la nuestra, pues hay seminarios que sí son verdaderamente “primaverales”, y porque lo son los seminarios lo son también las diócesis.

Dicho todo lo anterior ¿no sería conveniente girar la mirada hacia los seminarios “florecientes” para ver cuál es el "secreto" por el que sus puertas siguen abiertas, y los muchachos siguen llamando a ellas para ser sacerdotes? Porque a lo mejor es que hemos sido como los malos estudiantes, que son tan malos que no saben ni siquiera distinguir quien es el alumno más brillante, para copiar en el examen de él, y no del mas burro de la clase.

Juan Manuel Miguel Sánchez

Párroco


jueves, 12 de mayo de 2022

UN REGALO PARA TODOS LOS NIÑOS QUE HACEN LA PRIMERA COMUNION


Hemos comenzado la celebración de las primeras comuniones, por eso estas semanas están dedicadas especialmente a los más pequeños, que tras su periodo catequético se disponen a acercarse a la mesa del altar: Catequesis “ad hoc” sobre el momento inminente que van a vivir, ensayos de la ceremonia, que siempre es sobria y sin concesiones a las improvisaciones, y muchos menos a “originalidades” que nada tiene que ver con la liturgia y con el misterio que se celebra, y el sacramento de la penitencia, preparado con tanto esmero como la primera comunión, pues es ahí donde realmente se dispone el alma del niño para el gran encuentro con Jesús, y ellos lo saben muy bien.

En estas cosas andaba yo, vísperas de inicio del ciclo de primeras comuniones, cuando un amable caballero se presentó con un envoltorio en el despacho parroquial, donde estoy invariablemente todas las tardes a hora fija, para atender a quien viene:

. - “Buenas tardes Don Juan Manuel, aquí vengo a traerle una cosa; es un cuadro que he pintado para mi nieto que hace la comunión el sábado, pero luego he pensado mejor que sea para todos los niños, por eso se lo traigo para que lo coloque si quiere en algún lugar de la parroquia”.

Me sorprendió la iniciativa, y muchos más el original regalo cuando el envoltorio lo dejo al descubierto. Se trataba -como se pueden comprobar en la fotografía- de un sencillo dibujo, de tipo lineal, aunque coloreado suavemente, al modo de esos “mándalas” hoy tan en boga, enmarcado en una sencilla moldura en color natural y protegido por un cristal. Aparentemente el tema del dibujo no me pareció religioso, ni mucho menos eucarístico, ni relacionado con la primera comunión, y la verdad es que pensé que qué ocurrencias tiene la gente; pero como ocurre tantas veces “las apariencias engañan”,  pues enseguida el donante me “interpretó” el regalo, que él mismo había elaborado con enorme cariño.

. - “Mire, se lo voy a explicar, porque dirá usted que qué es esto: El círculo central representa a Jesús, y cada una de esas hojas a cada uno de los niños que van a hacer la comunión, para que estén siempre unidos a Jesús como lo van a estar en su primera comunión.”

Recordé entonces aquella parábola Evangélica: “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos, el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante… (Jn 15, 1 ss)”

Era lo mismo, exactamente lo mismo, expresado con la fe sencilla de un abuelo, emocionado por la continuidad de la fe en su familia que se ponía ahora de manifiesto en la primera comunión de su nieto, con el deseo que el niño, y todos los niños que reciben estos días a Jesús, no se aparten nunca de Él, “porque sin Mí no podéis nada”.

Ni que decir tiene, que el donante me proporcionó el tema de la pequeña homilía que suelo tener en la misa de la primera comunión, que fue “audio-visual” (con el cuadro enarbolado en la mano derecha mientras hablaba, para gozo y emoción del abuelo), y que en los próximos días lo colgaremos en algún lugar del centro parroquial, como un bonito recuerdo de la fe de tanta gente que, sin haber estudiado en las cátedras del saber, han mantenido la fe y saben la teología necesaria para ser buenos cristianos, aprendida en las catequesis de sus parroquias y en la predicación del Evangelio de sus párrocos.

La pena es que, desde hace más de cincuenta años, en muchos lugares el catecismo haya sido sustituido por el “recorta, pinta y pega”, y la predicación del Evangelio, en muchos casos, por manifiestos sociales, y así tengamos el panorama que tenemos de ignorancia religiosa. Ojalá y caigamos cuanto antes en la cuenta de que ese camino no ha llevado ni llevará a ningún sitio.

Mis felicitaciones a todos los niños que en este mayo-junio “florido y hermoso” van a hacer la primera comunión. Que estén siempre muy unidos a Jesús, como los sarmientos a la vid… como las hojas en torno a la flor…

Juan Manuel Miguel Sánchez

Párroco.



viernes, 29 de abril de 2022

MES DE MAYO, CONSAGRADO A LA VIRGEN MARIA


Muchas veces hemos recordado que, desde el punto de vista de la liturgia, el "Mes de María" es el tiempo de Adviento, pues en él la Stma. Virgen tiene un protagonismo y una presencia especial, como no puede ser de otra manera, pues Jesús vino al mundo por medio de Ella. En el Adviento ademas celebramos con gozo la fiesta de su Inmaculada Concepción, que en nuestra parroquia solemnizamos también con la novena. A nivel popular las "Jornaditas", con la bella estampa de la Virgen embarazada, montada en su borriquilla camino de Belén, nos hace presente a la Virgen, y nos ayuda a vivir junto a María los días de preparación al nacimiento de Jesús "fruto bendito de su vientre."



Pero todo esto no quita que, siguiendo una practica que tiene en la piedad de la Iglesia varios siglos de antigüedad, dediquemos el mes de mayo, que ha sido por excelencia el mes de la exuberancia primaveral, al culto devocional a la que es "Flor de las flores", y que siguiendo la invitación del entrañable canto "Venid y vamos todos..." acudamos al altar de Ntra. Sra con "flores a porfía".

Por eso todas la tardes en nuestra parroquia, siguiendo la consagrada y extendida practica del "Ejercicio de las Flores", honraremos a nuestra Señora con el rezo del rosario (corona de rosas), con cánticos y reflexiones, que no ayuden a acercarnos al misterio de María, y así imitar sus virtudes, pues en eso consiste principalmente la devoción  nuestra Señora.

Te esperamos cada tarde en la iglesia para, juntos, expresar nuestro amor a la Virgen.


martes, 15 de marzo de 2022

DON BENITO.VILLANUEVA. ¿NUEVA DIÓCESIS?



Compartimos con los seguidores de este blog una reflexión, que al hilo de las futuras consecuencias eclesiales -pastorales y canónicas- de la unión Don Benito- Villanueva, hace Don Victoriano Ruiz Sánchez-Porro, sacerdote natural de Don Benito, en la actualidad párroco de San Esteban, en Plasencia.


DON BENITO. VILLANUEVA. ¿NUEVA DIÓCESIS?

Después de la consulta popular del pasado 20 de febrero sigue el proceso para culminar la fusión de Don Benito y Villanueva de la Serena.

Los obispos de la provincia eclesiástica de Mérida – Badajoz, después de su reunión el 4 de marzo, informaron mediante comunicado que “han reflexionado sobre los retos canónicos y pastorales de la futura fusión de los municipios de Don Benito y Villanueva de la Serena, pertenecientes a la Diócesis de Plasencia y a la Archidiócesis de Mérida – Badajoz, respectivamente. Antes de tomar ninguna decisión, han acordado reunirse próximamente con los sacerdotes y otros agentes de pastoral de ambas ciudades”.

En caso de llegarse a esta fusión, claro es que sacerdotes y agentes de pastoral están llamados a inaugurar una etapa novedosa en el servicio de la comunidad cristiana. No les faltarán cuestiones a las que ofrecer respuestas y situaciones en las que desempeñarse.

El bienestar económico y material ha sido profusamente anunciado y proclamado en las motivaciones previas a la consulta. Estas ventajas económicas, este bienestar, necesario, deseable ¿constituyen base sólida para asentar una convivencia humana y cívica en la que afirmar la fusión de las dos poblaciones? ¿Llegan estas ventajas automáticamente y el bienestar como consecuencia del devenir histórico? ¿Cómo prevenir y, en su caso, corregir posibles y previsibles desajustes en los que algunos sectores puedan verse perjudicados, dañados comparativamente o, peor aún, excluidos?

La fusión trae, de hecho, una unidad de pastoral que recibe una rica tradición viva de cada una de las ciudades y se siente llamada a enriquecer el nuevo proyecto común con iniciativa y creatividad. Fiestas, instituciones, asociaciones podrán vertebrar, configurar y dar unidad de espíritu.

La Iglesia, experta en comunidad, abre su presencia en las zonas de expansión urbana, lleva su cercanía a las nuevas barriadas. La Iglesia ha hecho comunidad en “pueblos nuevos”. Don Benito y Villanueva tienen muy cerca la experiencia de los pueblos de las Vegas Altas del Guadiana, nacidos en el Plan de Badajoz de los que, en no pocos casos, han sido agentes en la formación y atención de las nuevas parroquias.


Todo esto referido a los “retos pastorales”. También esperamos novedades en los retos canónicos. La más llamativa de ellas será la nueva Diócesis para Don Benito, para Villanueva de la Serena o para ambas. Si se decidiera que la nueva unidad de pastoral nacida de la fusión se incorporara a Plasencia, los feligreses de Villanueva tendrían una Diócesis para ellos nueva, después de siglos en la de Badajoz. En el caso de incorporación de Don Benito a la Archidiócesis de Mérida – Badajoz, serían los dombenitenses quienes vivirían, también después de siglos, en una Diócesis nueva. Y sería novedad para Don Benito y Villanueva de la Serena, las dos a la vez, si la nueva ciudad estuviera en una nueva Diócesis. En todo caso, novedad canónica.


Victoriano Ruiz 


jueves, 24 de febrero de 2022

FUSIÓN DON BENITO-VILLANUEVA. ¿REPERCUSIONES ECLESIALES?

 


Como estaba previsto, el pasado domingo 20 de febrero, tuvo lugar la consulta popular para la fusión de Don Benito y Villanueva de la Serena en un único municipio. En ambas localidades se alcanzó el mínimo del 66 % de votos afirmativos requeridos para llevar a cabo la unión, que será efectiva de modo pleno en 2030. En los próximos meses se decidirá el nombre de la nueva ciudad, que contará con una población que superará los 63.000 hab. convirtiéndose en la tercera de la Comunidad Autónoma de Extremadura en lo que a habitantes se refiere.

Crear una ciudad nueva, con lo que esto implica en todos los órdenes, será un proceso largo, que requerirá una labor inteligente, paciente y prudente, y, aun con eso, habrán de pasar décadas (yo diría que hasta más de un siglo) para que se consolide la unión y llegue a ser un verdadero “pueblo”.

Lógicamente ninguno de nosotros, siendo realistas, lo conoceremos, pues mientras vivamos nos ocurrirá como con el cambio al euro, que seguiremos pensando en pesetas para saber cuánto cuanto ganamos, hasta donde podemos abarcar, o si algo es caro o barato; es decir, que los que han nacido en Don Benito se seguirán considerando mientras vivan de Don Benito y de igual modo los de Villanueva; y esto con razón, pues así seguirá constando en sus partidas de nacimiento. Serán las generaciones que nos sucedan las que ya llevaran en sus documentos, como lugar de su “nacencia”, el nombre la nueva ciudad, que ya sí será la suya porque Don Benito y Villanueva habrán dejado de existir, y solo figuraran en los libros de historia. Ojalá que la “comisión de expertos” acierte con el nombre.

Uno de los temas que habrá de decidirse en un futuro más o menos próximo será el de la configuración religiosa de la nueva ciudad, pues como todos sabemos - y a ello dediqué un artículo anterior- Villanueva pertenece a la archidiócesis de Mérida-Badajoz, y Don Benito, desde sus orígenes, a la de Plasencia (con sede en la provincia civil de Cáceres). Aunque hasta el momento no hayamos escuchado una palabra oficial al respecto por parte de las jerarquías implicadas, la Iglesia no puede ser ajena a lo que está ocurriendo, porque le interesan sobremanera “los gozos y las esperanzas, las angustias y las tristezas de los hombres de nuestro tiempo… Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón… se siente íntima y realmente solidaria del genero humano y su historia” (G.S 1)

Esto quiere decir entre otras cosas que, antes o después -mejor antes que después- nuestros obispos tendrán que hablar del tema, pues no es cuestión menor, baladí, ni intrascendente; y tendrán que tomar decisiones, pues está en juego la buena organización de la Iglesia en territorios que competen a su jurisdicción episcopal, y hasta su prestigio de cara a la sociedad, como forjadora que ha sido de pueblos a lo largo de su dilatada historia, y por ello “maestra de humanidad”.



Según lo expresado, y siempre a mi entender particular, podrían ocurrir por lo menos estas tres cosas que paso a exponer:

PRIMERA: Quedar todo como está y que la nueva ciudad, en lo eclesiástico, siga “separada”.

Es decir, que lo que hasta ahora era Don Benito siga siendo diócesis de Plasencia, y lo que era Villanueva de la Serena sea diócesis de Mérida-Badajoz.

De esta forma el núcleo urbano de X tendría siete parroquias. Cuatro adscritas a la diócesis de Plasencia y tres a la de Mérida-Badajoz. Las pedanías dependientes de los antiguos municipios, se mantendrían en las diócesis de sus antiguas cabezas:

.- Conquista del Guadiana, Gargáligas, Hernán Cortes, Ruecas, El Torviscal, Valdehornillos y Vivares en Plasencia.

.- Casas del Castillo, Encomienda, Entrerrios, Valdivia y Zurbarán*, en Mérida- Badajoz.

(*Zurbarán, siendo pedanía de Villanueva de la Serena –ignoro el motivo- en lo eclesiástico ha pertenecido siempre a Plasencia)

Inconveniente canónico no hay ninguno; es más, existe en España, al menos el caso de una ciudad con parroquias en dos diócesis, me estoy refiriendo a El Puerto de Santa María, con once parroquias, diez pertenecientes a la joven diócesis de Asidonia-Jeréz, y una - Santa María de Valdelagrana- a la de Cádiz-Ceuta; la razón es que el rio Guadalete, accidente geográfico que traza la división de ambas diócesis, discurre por el termino municipal.

Si bien esto es legítimo desde el punto de vista canónico, no creo -es mi opinión-  que, a la larga, sea lo más adecuado desde el punto de vista pastoral.

SEGUNDA: Que la nueva ciudad (con todas sus pedanías) pase a formar parte o bien de la mitra emeritense-pacense, o bien de la placentina.

A esta situación se llegaría, es de suponer,  después de largas conversaciones entre ambas diócesis, valorando no intereses humanos, que no deben ser nunca los de la Iglesia, si no el bien de las almas que vivirán en la tercera ciudad con más habitantes de Extremadura (mayor incluso que Plasencia), en una zona estratégicamente situada, en el centro septentrional de la provincia de Badajoz, llamada a convertirse en el segundo polo económico de la provincia, y el primero de Extremadura en lo agrícola y ganadero, con todo lo que esto supone de desarrollo y crecimiento poblacional.

Esta solución implicaría modificar los limites diocesanos, cosa que compete única y exclusivamente a la Curia Romana (creo que, en concreto, a la Sagrada Congregación de Obispos) oído el parecer de las partes implicadas, en este caso las archidiócesis de Mérida-Badajoz y la diócesis de Plasencia.

Para mí entender es la solución a la que se llegará, no en un futuro próximo ni a la vuelta de unos meses, pero sí cuando las circunstancias se impongan, y la realidad no deje otra opción, y sea un sinsentido pastoral la “bidiocesaneidad” en una ciudad que, posiblemente para entonces, tenga setenta u ochenta mil habitantes.

TERCERA: Es la que imagino más próxima, intermedia entre las dos posibilidades anteriores.

Sería la de una situación pastoral, llamémosla “de transición”, pactada entre obispados, con la implicación de los presbiterios locales, en la que se dé lugar a una peculiar “interparroquialidad” entre parroquias de diócesis distintas en una misma ciudad, para asuntos que, necesariamente antes o después, tendrán que ser comunes en temas cómo burocracia, cáritas, programaciones pastorales, festividades... por poner algunos ejemplos que se me vienen inmediatamente a la memoria.

Hoy por hoy las relaciones a nivel eclesial entre Villanueva de la Serena y Don Benito son inexistentes, pues cada ciudad ha caminado al compás que han marcado sus respectivas diócesis, que es la forma como se funciona en la Iglesia.



Una excepción a lo dicho – que puede ser un referente adecuado- es la del llamado Hospital Comarcal Don Benito-Villanueva, a medio camino entre los cinco kilómetros que separan ambas ciudades, que si bien está en el término municipal de Don Benito -y por ello en la diócesis de Plasencia- sin embargo, desde su puesta en funcionamiento, los servicios de capellanía han estado atendidos por sacerdotes de ambas diócesis sin ningún problema y con un excelente resultado.

Esta sería una situación de tránsito entre el presente y el futuro, y es a mi parecer la más conveniente, para dar una respuesta a los retos pastorales que trae la situación, del todo nueva para todos y también para la Iglesia en este territorio de Extremadura.

Doctores tiene la Santa Madre Iglesia, y ellos sabrán dar una solución adecuada “para gloria de Dios y bien de las almas que tienen encomendadas”. A nosotros nos toca esperar y, si nos preguntan, aportar nuestro granito de arena. Por eso, y para si a alguien sirven, ahí quedan estas líneas.

Juan Manuel Miguel Sánchez

Párroco de Santa María

Don Benito.

 

miércoles, 9 de febrero de 2022

LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS


El próximo viernes, 11 de febrero, en la festividad de Ntra. Sra. de Lourdes, advocación tan relacionada con el mundo de la salud, se celebra en toda la Iglesia la Jornada Mundial de Oración por los Enfermos. Con este motivo se ha generalizado en muchos lugares administrar comunitariamente -igual que ocurre en la “pascua del enfermo”- el sacramento de la Unción. Por eso aprovechamos para recordar quienes, y en qué condiciones pueden recibir este sacramento, con el fin de no "echar la gracia de Dios en vaso roto".

QUIENES PUEDEN Y DEBEN RECIBIR EL SACRAMENTO DE LA SANTA UNCIÓN:

Es un sacramento para aquella persona bautizada que se encuentre en peligro de muerte, bien porque padezca una grave enfermedad, o bien por haber llegado a una vejez, acompañada de debilidad senil.

Esto queda muy claro en toda la tradición de la Iglesia, recogida en la fuentes mas actuales como son la Constitución Sacrosantum Concilium,  el Catecismo de la Iglesia Católica y en el Código de Derecho Canónico, que es por donde nos debemos guiar, y no en opiniones personales.

DESVIACIONES EN LA ADMINISTRACIÓN DE ESTE SACRAMENTO:

En la pastoral de este sacramento se ha caído a lo largo de los años en dos extremos:

A. Administrarlo incluso a los que evidentemente están ya muertos:

Hoy se cae poco en este abuso, pues lo común. por desgracia. es que la gente se vaya al otro mundo sin ningún  auxilio espiritual (pues ni ellos lo piden ni los familiares se lo facilitan), y que quien avise al párroco sea la funeraria cuando el cadáver está ya expuesto en la "capilla ardiente".


La “unción”, como dice su nombre, es de “enfermos”, no de difuntos. 

Cuando alguien ha fallecido lo único que se puede hacer es encomendar su alma a la misericordia de Dios. 

Todos los sacramentos se administran solo y únicamente a personas vivas, no hay ningún sacramento para los difuntos. Otra cosa es que haya dudas razonables de si alguien está vivo o muerto físicamente, y en ese caso se administre el sacramento “bajo condición”, es decir, presuponiendo que está vivo.

B. El extremo contrario:

Hoy, por la famosa ley del péndulo, nos hemos ido al extremo contrario, como tan  simpáticamente queda reflejado en la viñeta.

La Unción de Enfermos se ha convertido en no pocas ocasiones en el sacramento de los jubilados, o en una especie de "unguento milagroso" para toda dolencia en cualquier edad.

CUANDO VERDADERAMENTE SE DEBE RECIBIR LA UNCIÓN DE ENFERMOS:

El sacramento de la Unción tiene su momento. Es conveniente recibirlo antes de una operación que pone de por si en peligro de muerte la vida del enfermo, o en caso de edad avanzada, con evidentes signos de debilidad.

Es entonces cuando el sacramento obrará la gracia de Dios y dará sus frutos: Consuelo, paz, ánimo para vencer las dificultades propias del estado de enfermedad grave, o de vejez senil, renovando la fe y la confianza en Dios en aquel que la recibe, y contribuirá así a la salud al alma, y del cuerpo cuando conviene.

CUANDO NO HAY NECESIDAD DE RECIBIRLO:

.- Como queda dicho no hay que administrarlo a un cadáver.

.- Ni en el caso de enfermedades crónicas, físicas o psiquicas, no estando en vejez senil, ni en peligro próximo de muerte.

.- No puede utilizarse tampoco el oleo de los enfermos, para unciones con motivo de las llamadas "oraciones de sanación", confundiendo una practica devocional con un sacramento.

¿ES NECESARIO CONFESARSE ANTES DE RECIBIR LA UNCIÓN?

Es un sacramento que hay que recibir en gracia de Dios, es decir libres de pecado mortal. Por lo tanto, si es necesario y se puede, antes de la unción hay que confesar. Si el enfermo, por su estado, no puede ya confesar, pero está debidamente arrepentido, el sacramento dará también la gracia de Dios.



EN NUESTRA PARROQUIA EL VIERNES DÍA 11

FIESTA DE LA VIRGEN DE LOURDES

19.20 H. Rosario meditado

20.00 H. Santa Misa por los enfermos

Se administrará la Santa Unción a las personas que lo soliciten en la sacrista.