lunes, 12 de septiembre de 2022

UNA REFLEXIÓN SOBRE EL TEMA DE LAS PRIMERAS COMUNIONES

Estamos comenzando el curso escolar. En las parroquias se reinician las actividades suspendidas durante el verano, entre ellas la catequesis; ya algunos padres se van acercando a la parroquia preguntando por el tema de las comuniones. Por eso nos parece bien "republicar" una reflexión de nuestro párroco en 2014, que sigue teniendo actualidad; quizás, desgraciadamente,  mas cuanto mas van pasando los años y cada vez las comuniones van menguando en espíritu religioso y creciendo en convencionalismo social.


Estimados padres que os habéis acercado al despacho parroquial para “apuntar” a vuestro hijo/a a  la catequesis “para hacer la primera comunión”. Bienvenidos, y deseamos atenderos lo mejor posible

Pero antes de rellenar la hoja de inscripción quisiéramos que pensarais un poco lo que vais a hacer.

.- Hombre, pero si nosotros creíamos que los curas estaban deseando que los niños hicieran la Primera Comunión, y ¿ahora resulta que nos lo tenemos que pensar?

.- Sí, tenéis razón, los curas estamos deseando que los niños hagan su primera comunión, y la segunda, y la tercera… y ayudarles a que se acerquen a Dios, y crezcan en la fe, y en las virtudes cristianas. Pero lo que no nos gusta a los curas es hacer primeras y últimas comuniones, ni ser parte del  “montaje” en el que la sociedad ha convertido algo tan sagrado como es la primera comunión, vaciándole de su contenido religioso.

¿Primeras y últimas comuniones? No entendemos lo que quiere decir.

.- Pues mirad, fácil: Estás dos cursos con los niños, les celebras cada domingo una misa, dedicas tiempo a preparar la catequesis, se llega a establecer entre sacerdotes, catequistas y niños un ambiente extraordinario de familiaridad y confianza… pero al domingo siguiente de hacer la primera comunión ya no vuelven a aparecer por la parroquia; o sea, que hicieron su  “primera comunión” que fue también la “ultima”. ¿Tengo o no tengo razón? Y creed que esto va minando la ilusión de sacerdotes y catequistas.


¿Entonces le parece a usted bien que el niño se quede sin hacer la primera comunión? ¡Vamos hombre, un cura diciendo eso!

.- A ver, vamos por partes.

Si sois cristianos, si valoráis la fe, si procuráis educar a los hijos como cristianos, si queréis que ellos, como vosotros,, puedan acercarse cada domingo a participar del sacramento de la Eucaristía ¡razón principal para la que se hace la Primera Comunión! entonces ¡adelante! hacéis muy bien en “apuntar” al niño a la catequesis. 

Pero si todo eso de la religión, la fe, la iglesia no os dice nada… sino no pisas una iglesia en la vida, ni te sientes miembro de ninguna comunidad parroquial, si tus hijos jamás te han visto rezar, participar en la misa, comulgar… Si vives tan a gusto sin religión y no tienes intención ninguna de cambiar, entonces, decidme… ¿para que queréis que haga la primera comunión vuestro hijo?

¡Nos está usted dejando de piedra!  ¿Cómo van a pedir la comunión para los hijos unos padres que no viven ni practican la fe? ¿No es esto una contradicción?

.- ¡Claro que lo es! Pero la verdad es que hay padres que quieren que su hijo comulgue por razones para nada religiosas; por ejemplo:  Porque casi todos los niños de la clase la hacen y sino va a parecer un “bicho raro”, porque es una tradición, porque ellos también la hicieron, porque es una ocasión para hacer una fiesta con lo tíos y primos…¡que sé yo! Hay muchas razones para hacer la comunión sin motivos religiosos.

¿Y  en que se nota eso?

Se nota enseguida. Son padres que no suelen saber, por ejemplo,  como se llama el cura de su parroquia ni la catequista del niño; que dejan el domingo al hijo en la puerta de la iglesia pero no entran con él a misa, que están deseando que todo se acabe pues es una carga traer al niño a catequesis cada semana y a misa el domingo. Y suelen ser los que mas lata dan buscando saltarse las normas para hacer lo que ellos quieren. Y se justifican diciendo ¿total para que sirve todo esto? Y es verdad, estoy con ellos; así entendida la comunión no sirve para nada. Lo que no entiendo es para que se empeñan en dar a sus hijos lo que para ellos no quieren.

¿No le parece a usted una reflexión un poco dura?

.– Sí, pero creo que verdadera, necesaria y oportuna ¿o no?,pues una de las misiones de los sacerdotes es orientar a los fieles para que obren con verdad y libertad. 

Ojala esta reflexión  os ayude a obrar de acuerdo con lo que pensáis. Esto se llama coherencia, y es una de las cosas mas bonitas y respetables que hay en la vida de  las personas. Yo ante una persona coherente me descubro.

¿Qué espera entonces usted de los padres que pedimos que nuestros hijos reciban la primera comunión?

.- Pues lo dicho,

ante todo COHERENCIA,

 y un deseo grande de crecer como cristianos

 y vivir la fe en familia.

Todo lo demás viene por añadidura.


Juan Manuel Miguel Sánchez

Párroco

 

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