Con motivo de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, la tarde del domingo 2 de febrero, la vida consagrada de Don Benito (Carmelitas Descalzas, Hermanitas de los Ancianos Desamparados, Hijas Maria Madre Iglesia, Hermanas Santo Angel, Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María y Filiación Cordimariana) se reunieron en el Convento de Madres Carmelitas para dar gracias a Dios por su vocación, con la adoración del Stmo. Sacramento y rezo de las vísperas, en preciosa convivencia fraterna, acompañados de numerosos fieles que llenaban la iglesia conventual.
Los consagrados quieren ser, con María, testigos de esperanza en medio de un mundo sufriente, como dice el lema de la jornada de este año, y desde las distintas vocaciones y formas de servicio cada una de las comunidades antes mencionadas, manifestó, al principio de la celebración, su deseo de seguir anunciando que merece la pena seguir a un DIOS que está vivo y presente en todo lugar y época, siendo instrumentos de su AMOR y llevándolo a todos los rincones de la tierra y del corazón humano.
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