OCTUBRE, MES DEL ROSARIO

Octubre es en la tradición devocional de la Iglesia el mes del Rosario, una devoción antigua pero siempre nueva, entrañablemente querida por el pueblo devoto, que poco entiende de engorrosos esquemas de oración de los que tanto gustan a los que creen tener una fe “mas madura”; y por eso, cuando quiere honrar a la Virgen, echa mano del Rosario que, en palabras de Benedicto XVI, “es uno de los signos más elocuente del amor que las generaciones jóvenes sienten por Jesús y por su Madre, María”.

Así lo entiende la hermandad parroquial de la Oración en el Huerto, que ha querido honrar en los pasados días a la Virgen del Rosario, cotitular pasional de esta corporación. formada principalmente por entusiastas jóvenes que no escatiman imaginación, esfuerzo, tiempo y buen hacer a la hora de ofrecernos unos cultos solemnes, cuidados, bellos, emotivos, donde la estética juega un papel importante, pues la “via pulchritudinis” no está reñida con la evangelización ni con la juventud, muy al contrario es un camino perfectamente válido de encuentro con Dios y con el mundo religioso/espiritual para muchas personas, y también para los jóvenes.

Así erigieron el “altar de cultos”, a modo de “camara regia”, en una de las arcadas de la nave de la epístola, creando un clima a la luz de la cera, el misticismo del incienso y la armonía de la música que invitaba a la oración recogida, y a acercarse a besar con amor la mano de la Señora del Rosario, como lo han hecho muchas personas a lo largo del triduo.

El sábado tuvo lugar una novedosa iniciativa que destacamos y que nos llamó la atención, entre otras cosas por la belleza y elegancia en su desarrollo, cosa cada vez mas difícil de encontrar en actos de este tipo que –en opinión del que esto escribe- pecan en demasiadas ocasiones de improvisados, superficiales y faltos de contenido. En el argot cofrade se anunciaba como "Exaltación de la Virgen del Rosario”, y verdaderamente lo fue; consistió en un muy bien traído al caso "pregón mariano", acompañado de selecta música, en un ambiente de profundo y solemne recogimiento. Y lo que es más inusual, preparado exclusivamente por los jóvenes cofrades. Ellos escogieron y redactaron los textos, eligieron la música y consiguieron crear media hora de profunda devoción en torno a una imagen de la Virgen que, en la suave penumbra de su “cámara regia” provocaba honda piedad e invitaba a la meditación. Que pena que la gente se pierda actos tan bonitos, muchas veces por las prisas de ir a ninguna parte.

Cómo el sábado en la mañana era día de bautizos, nuestro párroco, que siempre acaba la celebración de este sacramento con el ofrecimiento de los niños a la Virgen, tuvo la iniciativa de acercarles hasta la imagen de Ntra. Sra. del Rosario. Allí Antonio, Daniel, Izan Mariam y Sergio (estos son los nombres de los cuatro bautizados)  fueron puestos bajo su manto para que crezcan fuertes en el cuerpo y en el espíritu.

Los actos concluyeron con la misa solemne del domingo en la tarde, presidida por Don Carlos Mathamel, y acolitada por miembros de la hermandad.

 REGINA SACRATISSIMI ROSARII

ORA PRO NOBIS