miércoles, 29 de noviembre de 2017

CINCUENTA AÑOS EN LAS ALEGRÍAS Y EN LAS PENAS...AMANDO.


El pasado domingo, 26 de noviembre, fiesta de Cristo Rey, en la misa de la tarde dimos gracias a Dios por los cincuenta años de matrimonio de Adolfo y Purificación.


Al final de la celebración, una de sus hijas, sor Aurora, de la congregación de Hijas de María Madre de la Iglesia, leyó el hermoso texto que aquí os dejamos y que es una magnifica reflexión para los matrimonios:

QUERIDOS PADRES, HOY HEMOS QUERIDO REUNIRNOS AQUÍ PARA CELEBRAR VUESTRA BODAS DE ORO; POR ESE MEDIO SIGLO VIVIDO, EN EL QUE HABÉIS DEMOSTRADO QUE EL VERDADERO AMOR NO SE ACABA, SINO QUE PERDURA EN EL TIEMPO, HACIÉNDOSE AÚN MÁS FUERTE EN LAS DIFICULTADES.
DIOS BENDIJO VUESTRO MATRIMONIO UN BUEN 26 DE NOVIEMBRE DE 1967, LO BENDIJO Y OS PREMIÓ CON 8 HIJOS (UNO DE ELLOS CONVERTIDO EN ÁNGEL EN EL CIELO), Y CON 3 PRECIOSOS NIETOS, QUE HOY SON A ALEGRÍA DE VUESTROS DÍAS. TODOS ESOS AÑOS DE CONVIVENCIA, RESPETO Y COMPRENSIÓN SON DIGNO EJEMPLO PARA NOSOTROS, QUE CADA DÍA PODEMOS ADMIRAR QUE TAN GRANDE ES EL AMOR QUE SENTÍS EL UNO POR EL OTRO.
Y QUE DICHOSOS SOMOS TODOS POR PODER VER COMO Y CON QUE DULZURA OS MIRÁIS, 50 AÑOS DESPUÉS DE HABER DADO EL SÍ QUIERO EN EL ALTAR. HAN PASADO LOS AÑOS Y CON ELLOS HABÉIS SABIDO REFORZAR VUESTRO AMOR, DANDO VERDADERO SIGNIFICADO AL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO. Y ES QUE,... CADA FAMILIA TIENE SU REALIDAD Y LA NUESTRA, QUERIDOS PADRES, ES UNA REALIDAD QUE ESTÁ SIENDO ALIMENTADA CON VUESTRA UNIÓN Y EJEMPLO. HABÉIS CONSEGUIDO QUE LA FAMILIA SIEMPRE HAYA ESTADO UNIDA PESE A LAS DIFICULTADES QUE LA VIDA PRESENTA.
GRACIAS MAMÁ, POR CUIDAR DE NUESTRO PADRE COMO SIEMPRE HAS HECHO, DEL QUE TODOS ESTAMOS TAN ORGULLOSOS POR EL GRAN Y BUEN HOMBRE QUE ES. GRACIAS PAPÁ, POR CUIDAR DE LA MUJER QUE NOS DIO LA VIDA, NUESTRA MADRE. SIN DUDA LA VIDA NOS PREMIÓ A NOSOTROS CON LOS MEJORES PADRE QUE SE PUEDE TENER. OS QUEREMOS.

FELICIDADES.


Como recordatorio de esta fiesta familiar, celebrada cristianamente en la parroquia, les hicimos entrega de este pergamino.


Deseamos a Adolfo y Puri el mismo amor que se han venido profesando hasta ahora, y que puedan seguir participando todas las tardes con nosotros en la celebración de la Santa Misa, pues, como nos dice Adolfo, la Misa es para Puri el mejor momento del día. Damos testimonio de la fuerza de voluntad que pone en no faltar a pesar de sus dificultades.

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