viernes, 4 de diciembre de 2015

DESAGRAVIO


El pasado fin de semana, en todas las misas de nuestra parroquia, antes de la comunión hicimos una exhortación a ofrecer nuestra comunión en desagravio por el terrible sacrilegio producido unos días atrás en Pamplona. Esa exhortación invitaba a:

1. Poner mucho amor en nuestras comuniones, recibiendo al Señor con todo el afecto del corazón, amándoles por los que no le aman.

2. Recibir la Eucaristía según las normas de la Iglesia.
En lo interior en Gracia de Dios, jamas con conciencia de pecado grave (lo cual es un sacrilegio)
En lo exterior con las posturas previstas:
.- O bien de rodillas.
.- O bien de pie, pero haciendo un gesto de adoración (genuflexión o inclinación de cabeza) cuando el sacerdote muestra la Sagrada Forma.
.
Si se comulga en la mano, comulgando delante del sacerdote y del modo previsto por las normas de la Iglesia (pues observamos que la formas de recibir la comunión en la mano son de lo mas variopinto  e irrespetuoso)



Da pena ver como se comulga muchas veces. No entro en lo interior, pero externamente en muchos lugares se comulga como si no se creyera en la presencia real del Señor en la Eucaristía. Es verdad que en muchas ocasiones el ministro tampoco invita a recibir devotamente al Señor, pues realiza este rito de de cualquier manera, con precipitación o sin delicadeza; y por parte de los fieles se recibe en ocasiones el Cuerpo de Cristo, como el que recibe simple pan.


A unos y a otros nos vienes bien recordar aquel aviso de San Juan de Ávila a un clérigo que celebraba la Santa Misa con prisas y sin devoción: "Trátale bien que es Hijo de buena Madre".  Ojala que esa advertencia nos sirva a cada uno y comulguemos dignamente preparados, interior y exteriormente. En nuestra parroquia, por lo general, se suele hacer bastante bien. Pero siempre podemos hacerlo mejor aun.

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