Rino Fisichella,
presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización,
fue el encargado de presentar ante los medios este martes 26 de noviembre la
primera Exhortación Apostólica del Papa Francisco, un documento que suma dos TEMAS inseparables: la evangelización y la justicia social, construidas
sobre la esperanza, la fe, la caridad y la alegría cristiana.
“La
alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se
encuentran con Jesús”. Así empieza la Exhortación apostólica “Evangelii
Gaudium”, en la que el Papa Francisco recoge la riqueza de los trabajos del
Sínodo dedicado a la nueva evangelización del 7 al 28 de octubre de 2012 “Quiero dirigirme a los fieles cristianos
–escribe Francisco - para invitarlos a
una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría, e indicar caminos para
la marcha de la Iglesia en los próximos años”.
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Algunas frases de esta exhotación:
Recuperar la frescura original del Evangelio”, encontrando “nuevos caminos” y “métodos creativos”, a no encerrar a Jesús en nuestros “esquemas aburridos”.
Signo de la acogida de Dios es “tener templos con las puertas abiertas en todas partes” para que todos los que buscan no se encuentren “con la frialdad de unas puertas cerradas”.
El Papa reitera que prefiere una Iglesia “herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia... donde tantos hermanos nuestros vivan” sin la amistad de Jesús.
Reafirma la “fuerza activamente evangelizadora” de la piedad popular.
El Papa invita a cuidar a los más débiles: “los sin techo, los toxicodependientes, los refugiados, los pueblos indígenas, los ancianos cada vez más solos y abandonados” y los migrantes, por los que exhorta a los países “a una generosa apertura”.
“Los niños por nacer, son los más indefensos e inocentes de todos, a quienes hoy se les quiere negar su dignidad humana”. No debe esperarse que la Iglesia cambie su postura sobre esta cuestión, añade.
“Jesús quiere que toquemos la miseria humana, que toquemos la carne sufriente de los demás”.
La Exhortación concluye con una oración a María “Madre del Evangelio
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Demos gracias a Dios por el Papa,por este y por todos, que siempre nos guían por el camino que el Señor quiere llevarnos.
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