miércoles, 6 de noviembre de 2013

COLECTAS DEL DOMUND Y CARITAS



Cada año el DOMUND nos recuerda nuestra obligación de colaborar a la extensión del Reino de Dios, orando y aportando los recursos necesarios para la misión.
En nuestra parroquia vivimos esta jornada con intensidad, especialmente en la “misa de niños”, de la que os dejamos testimonio gráfico, con las banderas que representaban a cada continente y el deseo de que a todos llegue la Cruz redentora de Cristo.





En la colecta, (que realizamos el domingo 27 de octubre)  a pesar de la crisis económica, nuestra parroquia sobrepasó la colaboración del año pasado, contribuyendo con 3250,63 €, cantidad que hoy mismo ha sido ingresada a las Obras Misionales Pontificias, pues la del DOMUND es una colecta pontificia, es decir, que es el Papa, el que por medio de una comisión con sede en Roma, distribuye el dinero recaudado en todo el mundo a aquellos lugares donde es mas necesario

Al domingo siguiente (3 de noviembre), Cáritas nos recordó nuestro compromiso para erradicar la pobreza. En las colecta de las diferentes misas se recogieron para este fin 1694,34 €
En dos fines de semana nuestra parroquia ha recaudado casi 5000 €


Todo esto nos sugiere una pequeña reflexión: No conozco ninguna institución que sirva a la caridad con la constancia y medios de todo tipo con que lo hace la Iglesia Católica. Si sumáramos lo que en nuestra parroquia –sin ir mas lejos- se aporta cada año a Cáritas, Manos Unidas, Domund... la cantidad es extraordinaria, y lo mismo sucede en todas las parroquias del mundo. Pero no faltan nunca los demagogos que, mientras lucen en su muñeca un Rolex de oro, o conducen el último modelo de automóvil, o manejan el último grito en lo que a móvil se refiere, pregonan que “la iglesia venda sus tesoros y se lo de a los pobres”, aunque ellos no estén dispuestos ni a colaborar con un euro, ni muchos menos a desprenderse de alguno de sus tesoros.
A la Iglesia no le hace falta, de momento,  vender ningún “tesoro” para socorrer a los pobres, porque tiene el mayor de los tesoros del mundo que es la generosidad de cada uno de sus hijos. Y por otra parte, los “tesoros”, es decir las obras de arte que se han ido acumulando a lo largo de su dilatada historia en templos y lugares santos, son “tesoros” para el disfrute de todos. ¿Os imagináis que por ejemplo los Zurbaranes de Guadalupe los comprara algún rico de EE.UU y solo los disfrutara él en los salones de su casa?, ¿o que la Capilla Sixtina se convirtiera en el salón de estar de un multimillonario del petroleo? Dejemos los “tesoros” donde están, que allí no estorban a nadie, son testimonio de la fe y de la piedad de los fieles, y podemos disfrutarlos los que no podemos tener obras de arte en nuestras casas. Y aportemos cada uno –como hacen con frecuencia y generosidad los feligreses de Santa María-  lo que podamos.

Lo de “vender los tesoros” me ha parecido siempre la manifestación mas refinada del egoísmo de aquellos que tienen soluciones para todo pero sin “mover” un céntimo del propio monedero. Cada día me parece más verdad aquello que me decía un párroco mayor: La fe que no toca el monedero ni es fe ni es nada.

2 comentarios:

  1. Buena reflexión. Gracias.

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  2. Me parece estupenda esta información, estoy de acuerdo con ella. Los que dicen de vender los tesoros de la Iglesia, no tienen ni idea de lo que dicen, pura ignorancia. Lo que tiene la Iglesia, es para disfrute de todos y está al servicio de todos y aún más, da trabajo a muchas familias cuidando esos lugares...

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