EN EL CEMENTERIO. DIA DE DIFUNTOS

Esta mañana, como todos los años, el flamante vicario parroquial de Santiago, Don Alfonso Raúl Masa, y quien esto escribe, hemos celebrado la Santa Misa en la capilla del Cementerio Municipal “de San Antonio”, que ese es su nombre completo. No ha faltado después la oración privada por todos los difuntos, especialmente por los de nuestra parroquia que hemos enterrado en el año,  y la visita, de obligada gratitud, a dos sepulturas: La que guarda los restos de la fundadora del templo de Santa María, Dña. Consuelo Torre-Isunza, y el mausoleo donde reposan los restos de nuestro párroco mártir Don Benedicto Barbero Bermejo.

Aunque no figura su nombre, en este mausoleo reposan los restos de Doña Consuelo Torre-Isunza,
a quien debemos nuestro templo parroquial

En esta fosa común espera la resurrección de los muerto el
 Rvdo. Don Benedicto Barbero Bermejo. Párroco de Santa María. Mártir en 1936

El actual cementerio fue estrenado el año 1885, en las inmediaciones de otro que se comenzó a utilizar en 1814. Anteriormente las sepulturas se hacían en el interior de las iglesias y sus alrededores.

De nuestro cementerio destaca la elegante portada de piedra de sillería, que da acceso a la preciosa capilla y distribuye los patios, perfectamente cuidados y divididos en “manzanas”. Una lleva el nombre de nuestra parroquia.  

Puertas de hierro fundido que dan acceso al recinto, con la
clásica alegoría del paso del tiempo tan el gusto decimonónico:
El reloj con alas.
"Como se pasa la vida
y se viene la muerte
¡Tan callando!"

En las inmediaciones un antiguo y piadoso crucero invita a la oración por los difuntos.

¡ DALES SEÑOR EL DESCANSO ETERNO !

¡ BRILLE PARA ELLOS LA LUZ ETERNA !