Don Benito tiene la suerte de contar con una comunidad de vida contemplativa, un convento de carmelitas Descalzas, o carmelo teresiano.
La vida contemplativa se sustenta en dos pilares definidos por San Benito: "ora et labora", es decir, el trabajo y la oración.
Nuestras queridas carmelitas han dedicado su "labora" tradicionalmente a los artísticos bordados. De sus manos han salido multitud de trabajos para los hogares y las iglesias, pues en esto son especialistas. Hoy esta labor -aunque la mantienen y están abiertas a todo tipo de encargos- está en baja, pues no existe la demanda de "ajuares" de otras épocas, ni es muchas veces posible competir con el precio de otro tipo de bordados. Por eso, para ganarse el pan honestamente, como dice San Pablo, han puesto a la venta en el torno del convento, un surtido de riquísimos dulces.
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