Según los modernos exégetas, la tradición que pinta a María y José
buscando sitio de posada en posada y que en todas se les niega, no debe ser
real. En Oriente se da hospedaje a todo viajero. El Evangelio dice “que no
había sitio para ellos en el mesón”. Hoy, con más realismo, se entiende que no
había sitio adecuado para dar a luz la Virgen María. En las posadas, y más en
aquellos días del censo, se hacinaban bestias, burros, camellos, corderos y
hombres. José no huía de la pobreza; pero debió preferir antes que aquella barahúnda,
la calma y el silencio del campo para su Esposa y para que naciera el Hijo de
Dios.
Oh Sol que naces de lo Alto, resplandor de la Luz eterna,
Sol de justicia, ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y
en sombra de muerte.
V/ Cielos, enviad vuestro
rocío.
R/ Ábrase la tierra y
germine al Salvador.
Oremos. Señor Dios, que con la venida de tu Hijo has querido redimir al hombre sentenciado
a muerte, concede a los que van a adorarlo, hecho niño en Belén, participar de
los bienes de su redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén
Esta noche cantamos villancicos con el coro parroquial de adultos.
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