lunes, 5 de diciembre de 2016

IMÁGENES DEL FIN DE SEMANA


El sábado tuvimos nuestro retiro. Don Francisco Torres nos ayudó a reflexionar mediante los cuatro prefacios de Adviento en la profunda espiritualidad de este tiempo. Por el WhatssApp nos han llegado opiniones, baste una muestra: "Me gustó mucho el retiro de Adviento de ayer. El mensaje fue muy claro y sencillo, Mi enhorabuena a Don Francisco". 
Claro y sencillo. Pero estoy convencido que cuanto mas claras y sencillas son las cosas mas horas hay de trabajo y preparación. En Don Francisco se nota que todo esta muy trabajado y por eso se entiende muy bien, y ayuda.


Clima de silencio, deseos de ponerse a la escucha y tiempo para acercarse al sacramento de la penitencia, preparando el camino. Concluyó el retiro con la Santa Misa y novena de la Inmaculada: ¡Que hermosa sois. oh Madre Inmaculada...!

Nuestra gratitud también a Don Carlos Mathamel que, consciente desde el primer momento del prejuicio que nos han causado unos y otros en la vida parroquial, y de las "misas multiplicadas"  que ha de celebrar el párroco, no ha dudado en ayudar, como buen compañero,  los fines de semana que está en esta su ciudad, oficiando algunas misas (que este fin de semana, de no estar él, hubieran sido seis, pues no han faltado tampoco los entierros).


La misa de las doce llena, como todos los domingos, a rebosar. A ello contribuye no poco el coro de niños y jóvenes. El ambiente auténticamente de fiesta, y se nota.


El grupo de monaguillos se va afianzando y este domingo hemos estrenado unos ciriales que nos han regalado y hemos celebrado con toda solemnidad.


En la liturgia (preces y ofrendas) participó el grupo de Puri.


Concluimos el domingo, antes de la última misa, con la adoración del Santísimo Sacramento y las vísperas solemnes. Aquí hay que dar gracias también  a Sor Adiana, de las Azules, por su colaboración en el culto,  especialmente dando solemnidad con la música a las vísperas.


Alguien me dijo al final del domingo : "Este altar de Santa María, no se enfría". 
Pues bendito sea Dios y esperemos que el nuevo obispo se dé cuenta y "desfaga el entuerto".

4 comentarios:

  1. Buenas tardes a todos los usuarios del blog. Intersante artículo sobre el fin de semana en la parroquia. Comienza como se espera, pero sólo un poco más adelante en la lectura, se sigue acertadamente con los agradecimientos para finalmente dejar claro una absurda queja personal de sobrecarga de misas dadas. Seis misas q gracias a Carlos han sido reducidas a cinco. A 45 minutos aprox.de duración por misa tenemos un trabajo efectivo de menos de 4horas en un día. Ni siquiera cumple con una media jornada laboral.. Siendo la misa el acto más grande, sublime y santo q se desarrolla cada día en la tierra, es del todo incomprensible como un párroco pueda quejarse de eso, cuando debería de estar contento y orgulloso de poder trabajar más para gloria de Dios y bien de los fieles. Tampoco puede entenderse la calificación de "misas multiplicadas". Inevitablemente uno se pregunta en interés : muliplicadas porqué?. No es acaso devoción y obligación de un párroco el oficio de las misas q se presten según las circunstancias?. Más honrra y orgullo para el, los fieles y Dios.
    Tampoco tiene desperdicio el comentario de lo llena y abarrotada q está siempre la misa de 12. Ante esto uno sólo ha de ceder a la evidencia lógica, pues sin quitar méritos ni coro juvenil ni al ambiente, no puede ser de otra forma desde q se suprimió la misa de 11. Todos a una misma hora. Sí o sí. Efectivamente abarrotados. Tampoco creo q sea tan grato este dato como para exponerlo como triunfo sin serlo.

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    1. Gracias por el comentario y por visitar nuestro bloc (que por cierto conlleva tiempo elaborarlo y tenerlo al día, mas al que como yo es poco ducho en cuestiones informáticas). Un sacerdote no "trabaja" solo las cuatro hora que usted calcula de celebración de misas. Antes de comenzar la misa hay que abrir la iglesia, disponer todo lo necesario, atender el confesionario. Un servidor tiene la costumbre de estar al menos medía hora antes en él. El domingo es día también para acercar la comunión a algunos enfermos que así lo han pedido, o a los que se no se ha podido visitar en el día establecido. El domingo además tenemos la hora santa con sus vísperas. Y puede suceder -como el pasado- que además haya un entierro (o dos hace unos domingos). Y aunque venga un sacerdote a ayudar, como Don Carlos (al que agradezco su presencia) hay que estar pendiente igualmente de abrir y preparar todo, y estar atento a lo que pueda surgir; o sea, que mientras el dice misa yo también estoy en la iglesia aprovechando el tiempo en algún asunto -generalmente de papeleo del despacho-. Yo le aseguro que el domingo salgó de mi casa a las ocho de la mañana para ir a las carmelitas y no regreso a casa hasta las dos. El domingo pasado regrese a la iglesia a las cuatro para el entierro, y Santa María se cerró hacia las nueve, después de quedar todo recogido. No creo que nadie me haya oído jamás una queja. Disfruto con mi servicio a la parroquia desde que me levanto hasta que me acuesto.
      Precisamente porque la misa es lo mas grande y sublime que un sacerdote puede celebrar, el derecho canónico solo permite que un sacerdote pueda celebrar dos misa en el mismo día, tres por una circunstancia muy especial, con permiso del obispo, y mas de cuatro de ninguna manera (aunque yo sea el primero en saltarme esa ley por beneficio de la feligresía, aunque en Don Benito hay muchas misas a donde ir). Al poner esta sabía norma la Iglesia quiere preservar precisamente que la Santa Misa no se convierta en la vida del sacerdote en algo rutinario, con perjuicio suyo y de los fieles. Si alguna queja ve usted, es en ese sentido: en el de que nos veamos obligados a incumplir las normas de la Iglesia por no estar ecuanimemente repartido el clero, y mientras en unos sitio se concelebra, en otros el mismo sacerdote ha de celebrar varias misas.

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    2. Respecto a la misa de doce, constatar el dato no es ningún triunfo, y menos mérito del que esto escribe, sino porque como bien dice, durante el curso, asisten niños y familias. En vacaciones la misa de once (de "niños") quedaba desierta y nos pareció que era mas pastoral y educativo celebrar una "misa parroquial" el domingo, lo que a todas luces ha sido un acierto. Y además en una ciudad donde se celebran muchas misas, la gente puede ir donde mejor le convenga la hora o donde estén uno mas desahogado de espacio, si eso es lo que molesta.
      Siento el pobre concepto que tiene usted del "trabajo" de los sacerdotes -o de mi en concreto-, seguramente porque no conoce su vida y piensa que todo lo que hace un sacerdote se reduce a celebrar misas a todas horas "para glorias de Dios". Todo lo que hace un sacerdote (celebre misa, dé catequesis, un curso de formación, bautice, visite enfermos, atienda el despacho es para eso, "para gloria de Dios") , y aunque lo que hacece aparentemente dura tres cuartos de hora (una misa, homilía, o una conferencia, o una charla, cursos de formación...) conlleva mucho tiempo de preparación, estudio, lectura...Esta luego el cuidado del templo, que si aparece siempre a punto y cuidado con cada cosa en su sitio, o ambientando según los tiempos litúrgicos o festividades es porque alguien lo ha hecho. Algunos sacerdotes, como yo por ejemplo, no tenemos a nadie que atienda limpie<za, cocina, compra... cosas que también son necesarias.

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    3. Por último siento que mi expresión sea tan tosca que usted haya entendido lo que no se quería decir. Con mucho respondo a su amable observación a pesar de estar envuelta en el anonimato, pero no me aprecia bien aclarar su opinión a pesar de que me haya llevado un tiempo. Un saludo cordial.

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