No hace muchos días nos llegó esta carta de alguien no poco enfadado por el "espectaculo" del que había sido testigo participando en unas primeras comuniones. Como la situación, por desgracia, se repite de forma mas o menos parecida estos días en casi todas las parroquias, la compartimos con los seguidores de nuestro blog, pues nos parece que refleja muy bien la realidad. Cada uno saque sus propias consecuencia. Os aseguro que no hay en ella exageración alguna.
No iba a escribir, pero creo que debo dar salida a algo
vivido este fin de semana. He estado cantando en la celebración de unas
primeras comuniones. O mejor dicho, en el espectáculo festivo-cachondo que se
monta por parte de algunos padres, amigos y familiares dentro del recinto
sagrado que para los católicos es el templo: selfies, voces, alaridos en plan
plaza del mercado, sí, todo eso dentro de la Iglesia, todo eso en mitad de la
consagración (la consagración es el momento en el que Cristo mismo se hace presente real y
físicamente, centro de nuestra fe). Me maravillo al ver como no existe ningún
tipo de respeto. Nada, cero. Señores, ya me da igual que no sean cristianos, ni
creyentes, o que les salga urticaria por entrar en una Iglesia, pero por favor,
respeten. Nadie está obligado a entrar. Nadie, gracias a Dios vivimos en una
sociedad libre, y cada uno puede hacer lo que quiera, pero por favor, respeten.
Tomenselo como un cine o un espectáculo, es que ustedes gritan cuando van al
cine a ver una película? gritan y vociferan dentro de un hospital? Por
desgracia, recibir a Cristo vivo por primera vez en la vida (sí, es eso) se ha
convertido en un show donde lucir las galas, donde adornar a las niñas como
novias o pimpollos, a los niños como si fueran a ir a batallar a la Armada
Invencible. Yo invitaría a todos los padres a que sean valientes, a que vayan
contracorriente y expliquen a sus hijos por qué NO hacer la comunión. Sí, no se
me ha ido la olla. Si es "para que el niño no se sienta desplazado en su
clase" háganle una super fiesta en cualquier parque de bolas, se lo
pasarán genial y no insultarán las creencias profundas de millones de personas.
Y a la Iglesia también se lo pido: sean valientes. Hay hermanos nuestros en
muchos países MURIENDO solo por ser cristianos o llevar una cruz y nosotros
estamos en España "jugando" a los teatritos, a ser
"políticamente correctos", con un complejo horroroso que, dicho sea
de paso, no es nada cristiano. No todo vale, la maldición del "número"
de ser "muchos", debe acabar. Quizá no tenga razón, quizá alguien me
vea "radical", no sé...pero ya me da igual. Creo que en la vida hay
que ser coherentes con lo que uno vive y piensa, y señores, los padres que
obligan a sus hijos a "hacer la Comunión" cuando no celebran, no
viven, me parece un paripé horroroso. Un ridículo espantoso. No impongo nada,
solo pido coherencia. Ole esos amigos míos que NO se casan por la Iglesia
porque no va con ellos, OLE! Sois un ejemplo para mi de coherencia. Mucho más
íntegros que muchos que hacen el paripé por la "maldita tradición". Y
ya para terminar, me quedo con la frase del sacerdote de este fin de semana,
durante la celebración: "gracias por la atención y el buen comportamiento
demostrado en la celebración. Y a los que habéis estado gritando, riendo,
hablando...gracias por arruinarle la celebración a los niños". Grande este
hombre, muy grande.
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