HORARIO DE MISAS
9.30
12.30
¡¡¡ 21.00 !!!
El día de la Asunción de la Virgen al cielo en cuerpo y alma es un día de precepto.
Los
días de precepto son solemnidades de la Iglesia en que hay obligación de
participar en la Santa Misa.
Además de los
domingos, la Iglesia observa solemnemente los siguientes días: Navidad,
Epifanía, Ascensión, Corpus Christi, Madre de Dios, Inmaculada Concepción,
Asunción, San José, San Pedro y San Pablo, Todos los Santos. La
Conferencia Episcopal de cada país debe escoger los que se celebran como
precepto y puede transferir algunas de estas solemnidades al domingo más
cercano.
¿Por qué
tener días de precepto? ¿No
sería mejor que la Iglesia quitase los días de precepto para que los creyentes
fueran a misa por amor y no por obligación?
El amor es mucho más que un sentimiento estéril. El amor une en una alianza con estipulaciones concretas que comprometen a ambas partes. El que ama a Dios hace su voluntad aunque sea necesario vencer la tendencia de la carne. Sería un gran error separar el amor de los compromisos, cosa, lamentablemente, frecuente. La Iglesia enseña que quien ama a Dios debe comprometerse a practicar ese amor.
Quién
se compromete a ser fiel a Dios también es fiel a su Iglesia, Cuerpo Místico de
Cristo. La Iglesia señala los días de precepto para hacer presente nuestra
comunión con Cristo.
Cuando
comprendemos el amor infinito de Dios que se hace presente en la Santa Misa
para nuestra salvación, comprendemos también que ausentarse sin razón grave
constituye en efecto un quebranto de la comunión del cuerpo y por lo tanto es
pecado mortal.
Dice Jesús: “No
todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos,
sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial". (Mateo
7,21)
San
Juan dice a los cristianos: "Quien dice: «Yo le conozco» y no
guarda sus mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en él.” (I
Juan 2,4)
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