LA MISA DE DIARIO
Lo que mejor define la vida y
calidad de una parroquia no está tanto en los momentos grandiosos cuanto en las
cosas pequeñas del día a día. Me explico: quien más y quien menos se esmera en
el triduo pascual, la misa del gallo, las primeras comuniones o el día que
acude el obispo. Es verdad que a veces somos tan desastrosos que hasta en esos
días podemos caer en lo cutre, aunque no sea lo más habitual.
Lo que da la medida de la
liturgia parroquial suele estar más en esas símples ¡simples! misas de diario
que son el indicativo de la vida interior de esa comunidad.
Soy un enamorado de las misas de
diario. Son esas celebraciones que no necesítan nada especial, y por eso mismo
son las más serias y profundas o deben serlo de la semana. Una misa de domingo
tiene el apoyo para bien y para mal del canto, las moniciones, los acólitos o
una mayor posibilidad de ayuda por parte de ministros laicales aunque sean “ad
casum". Poder disponer de esos “alrededores” ayuda si es bueno y disimula
un poco sí no se celebra bien.
Las misas de diario son la
desnudez de la liturgia y la simpleza de lo grande. Sin mas recursos que la fe,
el rito desnudo, la devoción y el deseo de estar con el Señor.
Suelo celebrar la misa de diario
desde la mayor sobriedad. Ni cantos ni generalmente homilía. El ritual puro y
duro, silencios, una celebración serena, sin correr, sin más sonido extra que
el cálido y vibrante de la campanilla que anuncia que Cristo se ha hecho
presente en el pan y en el vino.
A mi modo de ver y ojo, que es lo
que piensa un servidor, la misa de diario para ser lo que debe ser, el
sacrificio de Cristo en la cruz renovado cada día, y ser un servicio a los
fieles, necesita pocas cosas:
- un horario pensado en las
necesidades de la feligresía y no tanto de los reverendos
- una celebración sencilla,
litúrgicamente intachable, sosegada, sobria
- el exquisito cuidado del
horario, tanto la puntualidad para comenzar como saber a qué hora salir, porque
la gente trabaja y tiene su vida y no puede estar a las ocurrencias y caprichos
del señor cura
- horario amplio de apertura del
templo de forma que quien lo desee pueda aprovechar para hacer su oración antes
o después de misa según sus preferencias o circunstancias personales
- confesionario en funcionamiento
Nos pensamos que lo que hace
falta es cantar y cantar cada día y además sermón cotidiano. Me decía un
sacerdote anciano que para predicar cada día cinco minutos diciendo algo que
merezca la leña no vale cualquiera, y que cuánto mejor nos iría sí sólo
predicásemos alguna vez.
Pero ya digo que dentro de la
libertad de los hijos de Dios es mi forma. La mía.
Firmado: Jorge González Guadalix
Firmado: Jorge González Guadalix
http://infocatolica.com/blog/cura.php/1406161133-elogio-de-la-misa-de-diario#more24176
Agradecimiento a la Parroquia -en las personas de sus sacerdotes, catequistas, coro, monitores y padres- que con tanta entrega han preparado el Campamento de Losar de la Vera para nuestros hijos. Para .vosotros nuestras oraciones
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