viernes, 29 de septiembre de 2017

¿Qué quiero decir cuando digo: "Voy a apuntar al niño a la catequesis de primera comunión?


Quizás nunca había visto el salón de actos de nuestra parroquia tan lleno, a rebosar. Gente de pie, padres y madres jóvenes, algunos abuelos, niños, catequistas... Es que resulta que  este año se ha variado un tanto el procedimiento para "apuntar" a los niños a la "catequesis de comunión". Hasta ahora se recogía la "ficha de inscripción", se entregaba en el despacho, y luego venía la reunión con los padres. Este año, primero ha sido informarse bien de lo que significa "hacer la primera comunión", y los compromisos que se adquieren al apuntar al niño.

En la "charla" el párroco no se anduvo por las ramas. Unas cuantas impactantes imágenes, proyectadas en silencio, le sirvieron para explicar QUÉ NO ES LA PRIMERA COMUNIÓN, y lo que no hay que buscar en la Iglesia cuando se decide inscribir al niño a catequesis.

Otra serie de imágenes le sirvieron para, con pocas palabras -pues ya hablaban con fuerza las imágenes-, explicar lo que se espera de una familia que trae a su niño a la parroquia para recibir un sacramento de la iniciación cristiana. La reflexión provocó el efecto que buscaba y que no era otra que plantear preguntas que lleven a obrar con coherencia. 


Catequesis para que crezca la semilla de la fe  plantada en el bautismo.


"A vosotros padres se os confía acrecentar esta luz.
Que vuestro hijo iluminado por Cristo camine como hijo de la luz..."


Para sentir la alegría de ser hijos de Dios...


en la gran familia de la Iglesia, nuestra Madre.

Para incorporarnos como cristianos adultos en la fe  a la sagrada Eucaristía. 



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