jueves, 8 de abril de 2021

PRIMERAS COMUNIONES



Pasada la Semana Santa, la vida parroquial se centra de lleno en la preparación inmediata, y la celebración de las primeras comuniones. 

Un total de 110 niños recibirán el sacramento del cuerpo eucarístico del Señor, en 10 turnos, durante el mes de mayo, algunos otros lo harán individualmente a lo largo del verano, según deseo de sus padres. 

Cada turno lleva anejo dos catequesis generales, una dedicada al sacramento de la Reconciliación y otra  al de la Eucarística, dos sesiones de preparación de la ceremonia, la celebración del sacramento de la penitencia, y la de la comunión propiamente dicha, a lo largo de todos los sábados de mayo, en dos turnos cada uno de ellos.

Este año, el inconveniente es que el contacto con los niños ha sido mínimo, debido a la pandemia, y la asistencia a la misa dominical, parte esencial de la catequesis, prácticamente nula en la mayoría de ellos (entre otras cosas porque el aforo ni lo permitiría), por lo que para muchos su primera comunión va a ser también su "primera misa". Solo nos queda la esperanza de que sus padres hayan tomado en serio la preparación de los hijos en sus casas, mediante los materiales que se han facilitado desde la parroquia, y que la gracia de Dios haga el resto, después de haber puesto nosotros lo que nos corresponde. No creo que San Pio X se equivocase al admitir a los infantes a la comunión, con las mínimas exigencias que todos los sacerdotes conocemos, aunque luego nos hayamos ido encargado de "complicarlo" todo, convirtiendo la preparación a algunos sacramentos en una especie de "máster", sobre todo por los años de duración.

Otra cosa ha sido imposible:  La falta de unas instalaciones amplias, donde poder recibir a los niños con las normas que se nos pedían, las lógicas prevenciones y miedos de padres y del equipo de catequistas, los continuos vaivenes en las leyes,  la falta de pericia en el uso de medios telemáticos...  y un cura solo para una parroquia demasiado grande, no han permitido otra cosa. 

Cuando acabe todo este periodo, en junio, podremos hacer un balance, y sacar la lecciones pertinentes que esta pandemia nos deja, también a la hora de centrarnos en lo esencial, pues tengo para mí, que llevamos años "perdiendo el tiempo" en cosas accesorias o secundarias, en lo que a la transmisión de la fe se refiere, y que al final va a tener razón un cura, que a mí me parecía exagerado, porque decía que "total para que los niños reciban su primera comunión y no vuelvan a la iglesia, yo con tres sesiones de catequesis tengo bastante". Desde luego yo creo que tenemos muchas cosas que mejorar, y lo que estamos viviendo me va dando la razón. 

Un saludo a todos los implicados en este tema, y a poner todo el corazón en que los niños vivan como debe ser su encuentro con Jesús en la Eucaristía. Luego Dios dirá. Recemos por ellos.

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