DALE SEÑOR EL DESCANSO ETERNO

En la mañana del pasado 22 de julio se procedió a dar sepultura al cuerpo del sacerdote don Juan Bravo Jiménez, natural de Trujillo, avecindado en Don Benito, de donde fue nombrado hijo adoptivo en 2004, por lo que según el reglamento de honores, el Ilmo. Ayuntamiento ha decretado dos días de luto oficial.

El funeral "corpore insepulto" tuvo lugar en la parroquia de Santiago, por ser la de mas capacidad de la ciudad, que se encontraba a pleno aforo de fieles, según lo que permiten las normas sanitarias. 

Presidió la liturgia exequial el obispo de la diócesis placentina Monseñor Retana Gozalo, acompañado de su vicario general  Don Jacinto Nuñez Regodon y de zona Don Eugenio Albalate Gonzalo, así como de unos treinta sacerdotes del presbiterio diocesano, de los misioneros claretianos, y amigos del finado venidos de otros lugares. En lugar preferente se encontraba el Sr. Alcalde y algunos otros miembros de la corporación municipal.

En su homilía el prelado  hizo referencia a la trayectoria vital de don Juan como sacerdote y pastor, afirmando que por todos los lugares por lo que pasó dejó el buen olor de Cristo. Al final de la celebración, Don Emilio Bravo tuvo palabras de gratitud a Dios por la vida de su hermano, y para todos los participantes comenzando por el obispo.

Una vez concluida la liturgia, Antonio Martín Pérez, en nombre de la asociación de "Amigos de la paz y la salud", fundada por don Juan para encauzar el especial carisma que le había dado el Señor, y que él no se guardó nunca para sí, leyó estas palabras brotadas del corazón, y entrecortadas por la emoción:

Querido amigo Juan:

Solo soy la humilde voz de muchos corazones. Unos están aquí presentes, otros… también.  El corazón no entiende de distancias.

Quiero comenzar con dos versos de un salmo de Isaías:

...surgirá tu luz en las tinieblas,

tu oscuridad se volverá mediodía.

Porque tu sacerdocio, Juan, tu vida  ha sido eso “una búsqueda apasionada y bella de la luz…”.

Estamos aquí para celebrar, con una extraña mezcla de dolor y alegría,  que te vas a la Casa del Padre. ¡Cuántas veces has dicho que no somos de aquí! ¡Que solo estamos de paso!

Gracias, querido Juan,  por  hacer el camino con nosotros y mostrarnos a un Cristo que escucha, que acepta nuestras debilidades, que perdona siempre.

Nos has ayudado a comprender a los hermanos, a trabajar por los que nos rodean sin miedo al qué dirán o a la recompensa. A sentirnos de Dios. A buscar la mano de María para hacer el camino.

Gracias, Juan, por haber vivido con tanta elegancia y generosidad, con tanta entrega.

Gracias, Juan, por todo el tiempo que has compartido y seguirás compartiendo con nosotros, por el tiempo que nos has regalado de tu vida, por el tiempo que nos has permitido aprender de ti,  el tiempo que hemos rezado juntos, que hemos celebrado juntos, soñado juntos, caminado juntos… el tiempo que mañana compartiremos juntos.

Gracias, Juan. En nombre de todos, gracias.

Gracias, Padre Dios,  por haber puesto a Juan entre nosotros.

La tradicional "cabezá", así como la salida del féretro en medio de
los aplausos emocioandos, fueron ocasión para demostrar el cariño de multitud de donbenitenses a este sacerdote, que llegó a la ciudad en 1975, como párroco de Santa María, y en la que tras un  breve paréntesis como párroco de Navalvillar de Pela, ha permanecido hasta su muerte.

Después la misa exequial, el cuerpo fue llevado al Cementerio Municipal; allí , a pie de tumba, el párroco de Santa María rezó las últimas preces, y quedó depositado el cadáver en espera de la resurrección de la carne.

A Don Emilio, siempre unido a su hermano Juan en las tareas apostólicas, párroco que ha sido también de Santa María, y a su hermana Rafaela, su "ángel custodio", como a Don Juan le gustaba decir, nuestro mas sentido pésame y condolencia.

Descanse en paz.

Por su eterno descanso, a iniciativa de "Amigos de la paz y la salud" se están celebrando las misas gregorianas en Santa María ,hasta el próximo 21 de agosto.

El  miércoles 29 de agosto tendremos el funeral parroquial por su eterno descanso. A las 20.30 h.