Fue esta: Entronizar el celebre cuadro del regreso del hijo pródigo de Rembrandt en el confesionario, con una sencilla explicación del parroco: "Aquí se reproduce sacramentalmente la parábola del padre misericordioso en cada confesión".
La luz está encendida... Ahora solo falta que en cada uno resuene la voz: "Volveré, a la casa del Padre volveré, le diré, contra el cielo y contra ti yo pequé".
Por otra parte nos acercamos a la fecha del "Mater Fátima". Nos hemos venido preparando para ella de diversas maneras. ¡Ojala dé muchos frutos! ¡Estamos seguros que sí! El conocimiento de estos santos niños ya es uno de ellos.
¡Hasta ayer nos trajeron de Fátima dos pequeñas imágenes de los pastorcitos! que con toda seguridad darán mucho juego en nuestras catequesis. ¡Gracias!
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