Todos los que de una manera u otra están vinculados a nuestra parroquia saben que, por medio de “Misiones Salesianas”, tenemos apadrinados a algunos niños, en lo que llamamos, para entendernos, "tercer mundo" (y es que yo creo que mundo no hay más que uno, pero con los recursos muy mal repartidos).
Con alguna frecuencia tenemos noticias de nuestros "ahijados", e incluso, en alguna ocasión, nos envían algún detalle por ellos mismos elaborado, que siempre nos llena de alegría, pues de esta manera les ponemos rostro concreto y sentimos que nuestra ayuda se hace muy concreta, y está sirviendo a que un niño, con sus nombres y apellidos crezca en “estatura, sabiduría y gracia”.
En las pasadas navidades nos llegaron noticias de Samuel, nuestro ahijado, junto con su fotografía, unos simpáticos servilleteros elaborados por los niños, obsequio del colegio de la hermanas de Carabuco (Bolivia) https://www.vides.es/que-hacemos junto con su felicitación; me gusta compartirlo de esta forma con todos los que hacéis posible que muchos niños tengan acceso a una vida digna, a la educación y a la formación, que les posibilitará desarrollarse como personas, y tener los mismos derechos y oportunidades de los que vivimos en el “primer mundo”, y que el único merito que tenemos ese ese: haber nacido, sin elegirlo, en una zona del mundo con muchas posibilidades.
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