En los pasados días,
después del balance de cuentas, hemos hecho llegar a Cáritas Don Benito
(formada por las cuatro Cáritas parroquiales de la ciudad) el resultado del "Rincon Solidario" de la campaña de Navidad en la parroquia.
El total entregado en alimentos asciende a un valor de 6.000 Euros,
fruto de la generosidad de la feligresía de Santa María (muy reducida en
estos tiempos de pandemia en lo que se refiere en asistencia al templo), y de los bienhechores de nuestra Cáritas
parroquial.
Aquí os dejamos especificados los alimentos y sus cantidades, con el agradecimiento a todos los que habéis colaborado:
A este donativo hay que añadir la entrega, en la fiesta de Reyes, de 15 mantas y una cafetera eléctrica para la casa de acogida, por un importe de 1430€ del cual ya dimos información en las redes de la parroquia.
Hace años que en nuestra
Cáritas decidimos sustituir la llamada “operación kilo” -que consistía
fundamentalmente en aportar “kilos” o “litros” de alimentos, en un punto de
recepción situado en el templo parroquial, llamado “rincón solidario”- por la
recogida de donativos en metálico destinados a la compra de alimentos, según
las necesidades que nos marcan desde la dirección de Cáritas Don Benito.
Las razones por las que se
habilitó esta forma fueron varias:
Primero,
una razón de comodidad e higiene: No parecía muy lógico
hacer venir cargados a nuestros feligreses a la iglesia con “kilos”, más cuando la mayoría
de los donantes son personas de edad. Tampoco parecía muy higiénico (y no estábamos
aún en tiempo de pandemia) acumular en un “rincón” del templo y manipular
constantemente alimentos del templo a la sacristía o salones, de allí al
transporte, del transporte al almacén…en una engorrosa e innecesaria cadena.
Segundo,
una razón de eficacia: Porque tiene razón la viñeta de la
entrañable Mafalda. Inevitablemente la “estrella” de la “campaña del bote”,
“operación kilo”, o como quiera que se llame según el lugar, suelen ser las
legumbres, pastas o leche. Pero la “despensa” de Caritas necesita estar surtida
de más variedad de alimentos, pues “no solo de lentejas vive el hombre”.
Y
tercero por una razón evangélica: La caridad ha de ser
discreta, que no sepa la mano izquierda lo que hace la derecha. El “buzón”
permite el anonimato, sin dar lugar a hacer “alarde” de “kilos” y “litros”, y
evitando comparaciones que siempre resultan odiosas, pues la medida de la
generosidad de cada uno es Dios, que es el único que ve bien, porque ve el
corazón, y la intención con la que se hacen las cosas.
¿Y NO SERA LA HORA YA DE DAR UN GIRO A ESTE SERVICIO DE CARITAS DON BENITO?
Hace años, desde nuestra
Cáritas Parroquial, propusimos la necesidad de dar un giro a la forma de
distribuir los alimentos a las familias que acuden en demanda de ayuda, pues en
la mayoría de las Cáritas mejor organizadas de nuestro país, la tradicional
entrega de “bolsas” con alimentos, va
dando paso a los “economatos” gestionados por Cáritas, que permiten que los
usuarios se surtan de los productos que realmente necesitan, evitando así la
acumulación de alimentos no perecederos que, en algunas ocasiones, como a veces
denuncian personas que lo ven, acaban en contenedores de basura, con escándalo
e indignación lógicos de quienes observan ese tipo de comportamientos.
En aquel momento la propuesta fue desestimada, pero estamos seguros que el tiempo y la necesidad irán imponiendo, en esto como en todo, que la caridad de la Iglesia Católica (que eso es o debe ser Cáritas) sea cada vez más eficaz, y sirva mejor a quienes acuden a ella, que mañana podemos ser tu o yo, pues la vida da muchas vueltas o reveses, como está ocurriendo ahora por la pandemia.
A todos de nuevo, ¡muchas
gracias! Pues sin vosotros “Caritas” no sería posible.
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