miércoles, 28 de mayo de 2025

EL QUE LO VIO DA TESTIMONIO




“EL QUE LO VIO DA TESTIMONIO”

(Jn 19,35)

 Una de las formas tradicionales de sustento de la comunidad de monjas carmelitas descalzas de Don Benito, ha sido -y sigue siendo- el planchado y almidonado de todo tipo de ajuares del hogar (mantelerías, juegos de sábanas, pañitos…), y de las iglesias (manteles de altar, purificadores, corporales…), en lo que son maestras consumadas por su impecable y buen hacer.

El lunes 22 de noviembre de 2021, llevaron al convento para su lavado algunos lienzos de altar, entre ellos un  corporal [1]procedentes de un oratorio particular del entorno de don Benito, donde un sacerdote, amigo de la familia propietaria, había celebrado la Santa Misa los días previos. Cómo debe hacerse con los lienzos que han estado en contacto directo con las especies eucarísticas, la monja encargada procedió a “purificarlos” antes de su lavado y planchado. Al desplegar el corporal observó en su interior una partícula en forma de media luna, de unos dos centímetros de largo, supuestamente de una hostia consagrada sobre ese corporal que, accidentalmente, debió desprenderse sin que el sacerdote celebrante se apercibiera; con todo cuidado y respeto depositó la partícula en un recipiente con agua común en la sacristía, cubriéndolo con la tapadera, para esperar su disolución y proceder a verter el agua en la tierra de la piscina [2] una vez deshecha.

Una semana después, 29 de noviembre de 2021, al observar la hermana sacristana el recipiente para ver si ya se podía verter el agua en la "piscina", pudo comprobar que, en cada uno de los extremos de la “media luna”, se habían formado unos grumos, voluminosos y consistentes, de un color rojo semejante al de la sangre.

Avisada la madre priora, presintiendo esta que lo ocurrido no se correspondía con lo que es normal en casos semejantes, lo puso en conocimiento del capellán que suscribe estas líneas. Avisados por este acudieron en los días inmediatos dos profesionales de laboratorio de análisis clínicos, personas discretas y religiosas, coincidiendo ambos que, a “simple vista”, lo que había en el recipiente, flotando en el agua, tenían toda la apariencia de dos coágulos de sangre.

Con todo respeto y cuidado, a indicación del capellán, los tomaron con una perilla de aspiración, y los depositaron en dos tubitos de ensayo para su mejor conservación, custodia y posible examen científico.

De todo lo acontecido la madre priora dio oportuna cuenta al prelado diocesano (que estaba ya preconizado para otra diócesis y no pudo ocuparse más del asunto) y al administrador apostólico. 

Actualmente los “coágulos” siguen en las ampollas de vidrio donde se colocaron. No se han disuelto, aunque ahora -tres años después-  presentan a “simple vista”- el aspecto de una “epidermis” (no se nos ocurre otra comparación) con unas pequeñísimas manchas color óxido.

Por indicación del obispo administrador apostólico -máxima autoridad diocesana en el momento de los hechos- las ampollas se guardaron cuidadosamente.

El que esto suscribe, sacerdote capellán del convento, no tiene ninguna cualificación para emitir juicio ni opinión alguna, pero ha sentido la necesidad interior y de conciencia de “dar testimonio de lo que ha visto”, de forma que quede constancia del suceso, como así lo hace bajo su exclusiva responsabilidad.

 

Juan Manuel Miguel Sánchez.

Capellán convento MM. Carmelitas Descalzas de Don Benito.

Puesto por escrito el 22 de agosto de 2024



[1] Corporal: Lienzo de tela, de unos 40x40 cm que se extiende sobre los manteles del altar y sobre él se coloca la hostia y el cáliz. Se guarda plegado de tal forma que al desplegarse forma nueve cuadros

[2] Piscina: Se llama así, en términos litúrgicos, a un depósito con desagüe directo a la tierra donde se echa el agua que ha sobrado de una función sagrada. Suele estar en la sacristía.



Recipiente reservado en la sacristía del convento para el depósito de partículas procedentes de la eucaristía.



manchas surgidas en cada uno de los extremos de la 
partícula,




Una de las "formaciones rojizas" introducidas en el tuvo de ensayo para su conservación.


Aspectos que presentan actualmente, 3 años después.





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