El verano es tiempo propicio para acometer obras que siempre son necesarias en orden a la conservación de los edificios. Así lo hemos hecho nosotros, procediendo en los primeros días de agosto a la pintura de todos los paramentos exteriores de la Iglesia y del centro parroquial. Lo necesitaba sobre todo la torre, que fue saneada y lucida de nuevo en su fachada principal hace un año, y que hasta ahora no había podido ser pintada.
La obra ha ascendido a un total de 4569 €, que como todas las obras que se afrontan en la parroquia, son pagadas por los fieles mediante colectas, aranceles y donativos varios, que las personas amantes de su parroquia hacen llegar para estos fines.
Para las próximas semana, dependiendo del pintor, queda la pintura de los zócalos interiores de la iglesia que se encuentran muy deteriorados, y que sin duda mejoraran el aspecto de limpieza de nuestra bonita iglesia. De momento se han hecho algunas pruebas para ver el resultado en un trozo del mismo, siendo el resultado muy satisfactorio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.